Capitulo 9

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Las horas pasaron, y aunque estaba concentrada en las fórmulas de inersias estructurales, no dejaba de pensar en el modo en que Charles se había marchado, parecía molesto. Temo que no haya entendido lo que quise decirle y... carajo habrá pensando que quiero olvidar sus palabras del ascensor por haber asentido.

– ¿Entonces haz entendido todo?

Carl asiente.

– Solo debo memorizar bien las unidades que deben darme de resultado.

– Recuerda metro a la cuarta para inersias y toneladas sobre metro cuadrado para cargas.

– Entendido, y muchas gracias otra vez Cassie.

– No hay de qué. Oye... ¿sabes donde fue tu hermano?

Carl larga un prolongado suspiro.

– Habrá ido al bar de su amigo John.

– ¿Como lo sabes?

– Si no está trabajando o está allí o está durmiendo.

Entonces recuerdo la afirmación de Isabel de hace unas semanas sobre que habían atrapado a Charles con alcohol en el Instituto. Mierda, ¿él no tendrá problemas alcohólicos y por eso va a terapia?, en ese caso no tendría sentido, debería ir a un centro de ayuda para adictos. El miedo invade mi cuerpo, y temo que sea el mismo que sentí al ver a Scott pasado de copas la noche que me abandonó.

Entonces recuerdo como Charles me ayudo la noche que sufrí un ataque de pánico y en cómo se preocupó por mi al ver como tuve una pequeña sobredosis de pastillas. Guiándome por el incentivo de que debo devolverle el favor y ayudarlo en caso de que sea recurrente que beba en exceso, y también por sentirme un poco responsable de su repentino cambio de humor... decido ayudarlo. Al final de cuentas Charles no era más un desconocido, sino que me importa y demasiado... y me aterra.

– ¿ Podrías decirme la dirección de ese bar?


El sitio quedaba a dos calles, Carl había decidido acompañarme para que no vaya sola, lo que me pareció muy gentil de su parte. Me asombra lo sofisticado que es el lugar y la gran cantidad de personas que hay, y que nos van a dificultar hallar a Charles lo antes posible.

– Debe estar por aquí...

Él saluda a unas cuantas personas del establecimiento mientras nos abrimos paso entre ellas. Por suerte la música no estaba lo suficientemente fuerte como para no escucharnos hablar.

– ¿Ya haz echo esto antes?, me refiero a tener que buscarlo.

Asiente sin decir nada. Mierda.

Y cuando parecía que ya habíamos recorrido todo el lugar, encontramos a Charles sentado en un sofá con unos sujetos, y frente a ellos una mesa redonda repleta de bebidas.

– ¡Idiota! Creía que esto había terminado– lo reprocha Carl furioso quitándole la cerveza de la mano.

– Cálmate Carl, solo estaba resfrescando mi mente de... oh.

Contacto visual.

– ¿ Y quien es esta linda muchacha?– pregunta un chico sentado junto a Charles.

– Cállate –le escupen al unísono Carl y su hermano mayor.

Que incomodo.

– Solo vine por que no quería que Cassie venga sola, espero verte luego.

Dichas esas palabras Carl se larga desapareciendo entre la multitud. Quedo de pie junto a la mesa, mirándolo fijamente al igual que él a mi. Entonces quedo paralizada en mi lugar al ver como el mismo sujeto que se habia dirigido a mi como "linda muchacha" deja a la vista de todos una pequeña bolsa con polvo blanco dentro y comienza a poner tiras de esta sobre la mesa.

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