Capitulo 29

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Charles

La contemplo alejarse desde el exterior de la entrada con un nudo en la garganta. Cuando consigo resolver una cosa que tenía tanto peso en mi consciencia, se genera otro problema... Cassie me odiaba. Dolía que una de las personas más importantes en mi vida no me haya acompañado para abrazarme y decirme que todo estará bien, que se hará justicia por mis padres...

–¿ Charles?– oigo que pregunta mi hermano colocando una mano en mi espalda– ¿que le pasa a Cassie?

Volteo hacia mi hermano al percatarme que estaba sollozando y veo cómo las lágrimas caen por sus mejillas en silencio. Entonces me percato que él oyó mi conversación con Walt y su confesión sobre el accidente de nuestros padres. Lo abrazo y todo el dolor acumulado estalló en más infrenables lágrimas calientes que acompañaban a las de Carl.

– Tranquilo... todo estará bien. Llevaremos la grabación a la policía y obtendrá su merecido.

– No puedo... no puedo creer que él haya estado con nosotros tanto tiempo como si nada habiendo hecho lo que hizo... de haberlo sabido... yo... yo...

Lo abrazo con más fuerza para que se calme.

– Lo sé... pero las cosas así pasaron. Ten seguro que  no se saldrá con la suya– susurro mirando hacia dentro y viendo a Walt todavía mirándome fijamente con una sonrisa de lado.

Me trago mi ira y me dirijo a mi motocicleta con la que Carl había venido para dirigirnos a la primera comisaría que hallemos en el camino.

– ¡Llama a Edward, dile que vaya al Hilton para sacar a Cassie, Isabel y Juliette de ahí!– le pido a Carl en medio del camino– ¡ dile que después le explico todo!

Diez minutos más tarde llegamos a la primer comisaría que nos cruzamos. Nos bajamos de la motocicleta y cuando estábamos a punto de entrar al establecimiento Carl me detiene tirando de mi brazo, volteo hacia él y no me dice nada, solo me enseña su móvil totalmente pálido y paralizado. Era un texto de Elliot.

Los estoy siguiendo. Si entran en esa comisaría será lo último que hagas Carl.

– ¿Que?– digo con el corazón acelerado en mi pecho y comienzo a mirar a mi alrededor buscando rastros de Elliot. Entonces veo un auto negro con los vidrios polarizados estacionado frente a la comisaría– Quédate aquí.

Me aproximo decidido al auto, de nuevo hundiendo mis uñas sobre la piel de mi palma. Se me revolvía el estomago con solo imaginar que ese desgraciado siquiera dirija la mirada a mi hermano. Intento abrir la puerta del mismo pero no lo consigo, entonces Elliot baja el cristal negro para que pueda verlo.

– ¿Que quieres?

– ¡¿Como te atreves a amenazar a mi hermano, no te bastó con asesinar a mis padres desgraciado?!– grito furioso antes de intentar tomarlo del cuello de su camisa.

– Yo que tú no lo haría, Charles– dice antes de enseñarme su arma.

– Es la segunda vez que me lo dicen en la noche personas tan mierda como tú, ¿no crees que ya fuiste muy lejos?

Entonces apunta con su arma pero no a mi, sino que a mi hermano.

– Apártate si no quieres ver que tan lejos soy capaz de ir.

Mi corazón se detiene.

– ¿Por que me ayudaste, eh?– pregunto sin pensarlo.

– ¿Como dices?

– ¿Por que me ayudaste esa noche que te pedí ayuda con el ex de Cassie?

– Seré un desgraciado, pero te debía una– dice antes de bajar un poco su arma por mirarme con expresión neutra.

– ¿O será que te caía bien a pesar de las mierdas que supongo que Walt te a dicho de mi?

– ¿Que dices?

Decido armar un plan instantáneo.

– Escucha, si entro ahora mismo y denuncio a Walt, les diré que el tal Elliot que se escucha nombrar en la grabación huyó del país, así quedarás fuera de este lío... y solo se llevarán preso a Walt y tu podrás quedarte con el liderazgo de él supongo.

Él bajo completamente su arma.

– ¿ Por que confiaría en ti? Debes odiarme demasiado en estos momentos.

– Seguías órdenes de Walt. Al único que quiero ver pudrirse en la cárcel es a él.

–¿ Podrías llevarnos al tal Walt Stuart?– pregunta un oficial junto a mi luego de escuchar la grabación completa de mi móvil– hacía meses que queríamos encontrar al cabecilla responsable de que hayan tantas drogas por las calles.

– Claro, solo déjeme asegurarme que mi novia y sus amigas no están allí. El sujeto es muy peligroso por más que nadie me haya creído cuando me echaron.

Le hago un gesto a Carl para que me pase su móvil y así comunicarme con Edward.

¿Ya está hecho?

Unos minutos después llega la respuesta.

Sí. Las traje a todas al departamento de Cassie.

– Listo, los llevaré con él. Pero les advierto que está armado y está con su gente encubierta...

– Eso no nos ha detenido antes– asegura otro policía.

Salgo de la comisaría y veo que Elliot se ha ido. Era la única forma de al menos ocuparme de Walt.

Pero Elliot no saldrá impune de haber amenazado a mi hermano por mucho tiempo.

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