Capitulo 24

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Charles

–¿ Que te ha pasado, Charles?– pregunta la doctora a penas se sienta en su sofá y ve mis nudillos heridos.

La sesión del viernes había llegado, y dudé en ir dado los últimos acontecimientos del miércoles por la noche... acontecimientos que incluyen a Walt con la boca rota.

– Es... complicado.

– Explícamelo de todos modos, intentare entender.

¿Por donde empezar?

– Llegó a mis oídos una información que no hizo más que desatar mi ira... y decepción.

– Entiendo, pero la violencia no es...

– Lo sé doc, no es la solución. ¿Pero que haría usted si uno de sus mejores amigos desde el Instituto quiere estar con su pareja?

– Le preguntaría el por qué.

Precisamente no le pedí explicaciones, los hombres no lo hacen en asuntos como este y solo recurren a la fuerza de sus puños.

– No necesito hacerlo, quiere estar con mi novia y ya, no necesito explicaciones para eso. Pero lo que más me molesta es que haya hablado mal de mi a mis espaldas. ¡mi supuesto mejor amigo, carajo!

Me obligo a respirar hondo para no perder la compostura frente a la doctora.

– Lo siento, es que este tema me saca de mis cabales.– agrego al ver como la psicóloga no deja de anotar algo en su libreta.

– Tranquilo... estás dolido por el tema, pero piensa que esto es lo que tu amigo espera, que pierdas la compostura. No le des la satisfacción. Y recuerda esto: tu novia te ama a ti. Después de todo no mencionaste que ella haya estado con tu amigo, ¿no?

– No lo ha hecho, y se que nunca lo haría. Sé que si ella de repente quisiera estar con otra persona primero tendría la decencia de terminar conmigo, es la persona más buena que conozco y dudo mucho que sea capaz de humillarme así.

– Ahí lo tienes, creo que ahora deberías preocuparte por lo que piensa tu novia sobre los dichos de tu amigo. Y con respecto a tu amigo... la traición no forma parte de una amistad sincera.

– Lo sé, y eso es...

– Pero no te dejes dominar por la ira– me interrumpe la doctora.

De repente la culpa me invade, pero no sobre lo que le he hecho a Walt ya que eso lo tenía merecido, sino sobre cómo le he mentido a Cass por culpa de Elliot.

– Creo que el hecho de saber que le he mentido a mi novia y que mi amigo podría haberle confesado eso por que lo sabía...

– Entonces temías que te hubiera robado la chance de confesarle eso a tu novia y que saque las cosas de contexto.

– Si... que haya sacado las cosas de contexto– susurro pensando en los cinco segundos en que estuvo la hermana de Elliot sobre mis piernas– pero él sólo me dijo que le contó sobre mi vieja adicción, y que sería peligroso para ella estar conmigo.

– ¿Y crees que está en lo cierto?

– ¿En que?

– En que es peligroso para tu novia estar contigo...

Recuerdo la manera en que Elliot amenazo con ir a su departamento como chantaje para que vaya a su bar.

Asiento.

– Es peligroso por mi culpa... por haberme relacionado con las personas equivocadas.

La doctora detiene su pluma para levantar su mirada hacia mi, preocupada.

– ¿Y que harás al respecto?

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