Nos habían comunicado hace unos días que una limusina iría a recogernos a todos a nuestros hogares. Eran las 20:30pm cuando una llega y se detiene frente a mi edificio. Como ya bien sabía, el hotel Hilton donde se celebraría la gala de la empresa quedaba a unos veinte minutos de mi hogar. El recorrido fue agradable, dentro del vehículo habían todo tipo de bebidas y aperitivos que aproveche a consumir sin arruinar mi vestido, los asientos eran súper cómodos y las vistas que se apreciaban desde las ventanas de la limusina eran extravagantemente lujosas.
Mi móvil vibra, primero veo la hora 20:50pm, y luego la notificación, era Charles.
Llegaré puntual, lo prometo Cass. Te veré en la entrada :)
Sonrío como adolescente luego de leer su mensaje. Me había dicho más temprano que no podría venir conmigo en la limusina porque le había surgido un problema con Carl. Admito que me alegraba retrasar el asunto de confesar las cosas que le conté a la doctora Martínez ayer por la tarde.
– Llegamos señorita Evans– dice una voz masculina grave proveniente del asiento del conductor del frente.
– Muchas gracias– digo mientras me bajo del vehículo y veo cómo más limusinas van llegando al sitio.
Tuve que tirar mi cabeza hacia atrás para apreciar el gran frente de vidrio DVH que se alzaba frente a mis ojos, que dejaban a la vista la enorme recepción que había en el interior repleto de luces cálidas.
– ¡Que mujer!– oigo que gritan a mis espaldas.
Me volteo para ver a mis dos amigas completamente hermosas y elegantes bajando de su limusina.
– Debería decir eso de ustedes dos, ¿como están? – digo mientras las abrazo a la vez.
– Ansiosas por ver todo.
– Isa no ha parado de decirme que no ría a carcajadas si oigo hablar a un extranjero...– se lamenta Juliette mirando a Isa, su oficialmente novia, de reojo.
– Amor, se supone que no debías mencionar el tema...
Juliette se cruza de brazos contra su pecho y voltea fingiendo enojo. Unos segundos después oigo un grito ahogado.
– ¿Y ese... es Charles?– pregunta Juliette tocando mi brazo.
Sigo la dirección de sus ojos para encontrarme con la perfección personificada en un hombre que afortunadamente resulta ser mi pareja. Vestía un elegante traje negro con una camisa blanca, sin ni una arruga, y un moño negro perfecto que lo hacía parecer un modelo sacado de la revista People, traía unos zapatos perfectamente lustrados y el cabello peinado hacia atrás con fijador, y una barba ni tan larga ni tan corta que lo hacía lucir aún más sensual y embriagador. Noto que él no me distingue y que me busca con la mirada, y una vez que me encuentra me observa con detenimiento de arriba a abajo con una sonrisa de lado que dejaban al deleite sus carnosos y sonrosados labios. Una ola de calentura recorre mi cuerpo cuando lo veo caminar hacia mi de una forma segura y despreocupada.
– Alguien necesita babero– susurra Isabel a mi lado, ruedo mis ojos un segundo para volver a situar mi mirada en él.
– Señoritas– dice saludando a mis amigas en la mejilla– mi chica irresistiblemente hermosa– agrega antes de tomarme rápidamente por la cintura y atraerme a él dándome un largo y suave beso.
– Entremos antes de que se coman todo– dice ansiosa Isabel.
Camino junto a ellas y noto que Charles se separa de mí una vez que entramos al hotel. Un hombre elegante nos detiene para pedirnos nuestros nombres antes de dejarnos continuar nuestro camino hacia el salón de fiestas. Si ya la recepción era enorme y excesivamente elegante, el salón era el triple. Estaba repleto de gente y de mesas, aunque muchos de los presentes charlaban de pie entre ellos, contaba con una gran pista de baile con luces en el suelo y grandes bolas disco junto encima, los muros eran de color negro al igual que las baldosas del resto del suelo, y un dj cerca de la pista pasaba música clásica a un volumen razonable. Más personas seguían llegando detrás de nosotros.
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Volver a amar
RomanceUna pérdida de embarazo acompañada de una ruptura llevan a Cassie a una profunda depresión y falta de amor propio sin salida. O al menos eso pensaba hasta que poco a poco y sin darse cuenta la amabilidad, dulzura y sentido del humor de Charles en l...