Capitulo 27

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Cassie

Ni la muerte de Dumbledore fue más inesperada que esto.

– ¿Te oí bien... o acabas de decir que debemos fingir una ruptura?– pregunto incrédula– Creo que finalmente te afectó a la cabeza tanta crema de maní, dame una sola razón para hacerlo.

– Se que suena mal... y odio que te involucres en esto, pero si todo sale bien al final de la fiesta Walt y Elliot ya no serán un problema, porque estarán metidos en la cárcel.

Mi confusión aumenta al oír sus palabras. ¿Walt en la cárcel?

–¿ Como dices?

– Lo que oíste. Sé que jugar con algo tan delicado como una ruptura es algo... inapropiado pero...

– ¿En que ayudará que Walt crea que nos separamos?

– Solo confía en mi, ¿si?– dice antes de revisar su móvil que acababa de sonar– okey, golpéame en la mejilla, ahora.

– ¿Que...?

Charles me ruega con sus ojos. Decido complacer su pedido y le doy un ligero golpe, él corre su mirada a un lado para aparentar que acaba de recibir un fuerte impacto. Intento disimular la culpa por lo que acabo de hacerle cuando se pone de pie de repente y sale a toda prisa del salón de fiestas.

¿Y ahora que se supone que...?

– ¿Cassie, está todo bien?– pregunta alguien detrás de mi colocando su mano en mi hombro. Reconocí esa voz con un escalofrío en la espina dorsal.

– Si Walt... solo...– mi móvil vibra sobre mis piernas, lo observo con disimulo para poder leer el texto.

Debes aparentar estar destruida, imagina un escenario tan desafortunado como uno en el que terminara nuestra relación.

Pronto me apareceré...

Solo en mis peores pesadillas eso habría pasado... imaginar mi vida sin Charles, solo imaginarlo me lleva a mis sesiones con la doctora Martínez y a volver a sentir esa sensación de abandono otra vez.

– Ten– dice Walt ofreciéndome un pañuelo de seda para limpiar mis repentinas lágrimas– he visto como se fue mi amigo después de que le dieras un merecido golpe...– agrega tomando asiento junto a mi.

– ¿Lo dices por que él te dio una paliza y no tuviste oportunidad de devolvérsela?

– Si... y me quitó mi arma. Al menos tú te vengaste por mi.

¿Arma?

– Claro, lo tenia merecido.

– Entonces doy por sentado que te contó lo del sábado pasado.

Las lágrimas cesaron para dar lugar a un ceño fruncido.

– ¿Lo del sábado pasado?

– ¿Que no fue eso lo que te dijo que hizo que te pongas así, lo de Sasha?

Todo a mi alrededor dejo de funcionar, todo se detuvo... y sentí un temblor en mi pulso y una presión en el pecho. ¿Sasha? ¿Quien es Sasha y porque nunca la mencionó Charles? ¿Por eso lo noté raro el fin de semana pasado? ¿Había estado con esa tal Sasha y me mintió diciéndome que cuidaría a su hermano?

– ¿Cassie?

Su voz era lejana, solo podía oír mi respiración agitada y mis tristes pensamientos que me llevarían a la desgracia.

– Si, eso me dijo...– intento pronunciar con la voz temblorosa. Limpio mis lágrimas y decido cambiar de tema sino me desmoronaría ahí mismo:– buena fiesta, ¿no?

– No esperaba menos de la empresa. ¿Y tus amigas dónde están?

Las busco con la mirada, que se encontraba borrosa por las lágrimas acumuladas.

– No lo se, por ahí.

– Oye... si necesitas alguien de consuelo, aquí estoy... y jamás sería capaz de ponerle las manos encima a ninguna otra estando contigo.

Era todo lo que necesitaba para confirmar mis inaceptables sospechas. El aire me faltaba, al igual que mi capacidad de respirar. Le había creído, había creído en Charles... en sus profundas pero falsas palabras sobre lo mucho que me ama. No podía creerlo, no podía ser verdad que Charles me haya hecho eso... aún sabiendo lo mucho que he sufrido y las mierdas que he pasado a causa de mi anterior pareja... que él haya sido capaz de hacerme eso sólo deja en evidencia lo egoísta y desleal persona que en verdad es.

Volver a sentir y a abrirme a alguien a pesar de todo lo que pasé fue lo peor que pude haber hecho. Mi mente estaba en trance. Al igual que mi cuerpo entero que no reaccionaba ni siquiera a quitar la mano de Walt que estaba acariciando mi muslo descubierto por debajo de la mesa ascendiendo poco a poco. Me pongo de pie a toda prisa para que nadie me viera colapsar como estoy colapsando en este preciso momento.

– Debo... debo...

– No huyas de mi Cass, soy lo mejor para ti. Te ofreceré lujos que jamás podrías imaginar, te llevaré a lugares mejores que en las películas, te daría todo sólo mírate...

Charles era lo mejor para mi.

– No necesito de ti ni de nadie, sé que sola estoy mejor.

Me volteo y mi cuerpo no reacciona por segunda vez en la noche cuando siento un arma apretada contra mi espalda, oculta debajo del bolsillo del traje de Walt.

– No soportaré que vuelvas a rechazarme, cariño. Vayamos a tomar aire a la salida.

– ¿Que estás haciendo, maldito?

– Camina– responde hablando contra mi cabello provocándome asco.

Avanzo hacia la recepción totalmente pálida y con las piernas hechas gelatina. Walt se ocupaba de disimular que me estaba apuntando con una jodida arma saludando a los demás con total normalidad, como si ya tuviera experiencia haciendo esto.

– ¡Walt!

Y para empeorarlo todo, Charles decide hacerse presente. Parecía lo más tranquilo, con la consciencia tranquila a pesar de lo desleal que ha sido. Mi miedo se desvanece y es dominado por la ira y la decepción, Charles parece notarlo pero se ve satisfecho porque se piensa que solo estoy actuando. Walt parecía dispuesto a continuar con su papel de niño santo frente a su amigo ya que se aparta de mi espalda fingiendo demencia de que estaba amenazandome hace segundos.

– No es un buen momento Charles, te perdone por haberme roto el labio pero ahora mismo estoy consolando a tu novia...

– No necesito que me consueles– susurro mirando a Walt con la misma ira que a Charles, y me aprovecho de que este ya no esté apuntándome con un arma para huir– así que si me disculpan me iré con Isabel y Juliette.

Camino con normalidad pero luego acelero el paso lo más posible hacia el salón de fiesta y hacia mis amigas para abrazarlas y llorar sin fin. Todo era demasiado para una sola noche.

Volver a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora