Capitulo 20

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Al otro día tuve que ir a la oficina de la empresa para terminar unas imágenes en tres dimensiones que faltaban para la promoción del proyecto del edificio que estábamos trabajando. Llevaban tiempo, por eso tuve que irme del departamento de Charles a eso de las 8am, y ya habían pasado dos horas cuando me sorprendo con la presencia de Walt de pie junto a mi.

–¿ Como está la querida novia de Charles?

– Prefiero "Cassie la arquitecta" como dijo tu amigo Edward...– digo rodando los ojos.

– ¿Se quedaron más tiempo anoche?

– Solo un poco más– digo presionando enter en el teclado para lograr que las imágenes queden lo más realista posible con el programa V Ray. No puedo evitar sonreír al recordar como terminamos con Charles semidesnudos en la arena de la playa.

– Que sorpresa me lleve anoche al verte con mi amigo– comienza a decir tomando asiento a mi lado. Me revuelvo incomoda en el asiento, pero me tranquilizo al percatarme de que había una persona más presente en el piso– Charles solo mencionó tu nombre, pero te juro que la última persona que me podría haber llegado a imaginar como su pareja eras tú.

–¿ Por que lo dices?– pregunto con el ceño fruncido.

– Ya sabes, a Charles le gusta alocarse... y tú no eres precisamente una persona alocada, eres más seria.

Su afirmación provoca que se me enciendan las mejillas por la rabia y entrecierre mis ojos en su dirección.

– ¿ Y tu que sabes, Walt? Me gusta divertirme.

– ¿Si?

– Claro– afirmo de brazos cruzados, me percato que comienza a arrastrar su silla más cerca de mi.

– ¿También te drogas como él?– susurra cerca de mi mirando a su alrededor para que Brice, el único presente cerca, no oiga sus palabras.

Me aparto de él antes de volver a hablar.

– No, y para tu información él ya no lo hace...

–¿ Charles sin drogas? Ni una persona tan sensual como tú podrá evitar que mi amigo abandone sus vicios. Si ni siquiera pudo su propio hermano.

Y ahí volvió esa angustia en mi pecho como en la cena del miércoles pasado con mis padres, cuando me enteré por mi hermano que Charles había consumido. Las inseguridades acerca de que él vuelva a consumir a mis espaldas aumentan a causa de las palabras de Walt sobre que ni su hermano pudo lograr que deje de hacerlo. No, hicimos un trato y confío en mi novio, después de todo lo que hizo por mi. Ignoro que su amigo acaba de llamarme sensual cuando vuelvo a hablar:

– ¿ Por que hablas así de tu amigo?...¿ no se supone que deberías defenderlo?– pregunto subiendo mi tono.

– Solo digo la verdad, Cass. Ten cuidado...

– Deberías seguir con lo tuyo, Walt, buenos días.– digo antes de volver a voltear hacia la pantalla.

– Solo no quiero que te veas envuelta en un lío– susurra poniendo su mano en mi rodilla desnuda antes de ponerse de pie– nos veremos luego.

¿ Debería contarle la inapropiada actitud que acaba de tener Walt a Charles?

Sigo con esa pregunta en mi mente las siguientes tres horas. Entonces mi móvil vibra en mi bolso, era un texto de Juliette.

¿Te parece vernos más tarde? Necesito hablarte de Isabel...

Claro Jul. ¿Nos vemos en mi casa a las 17pm?

Okey :)

Dejo mi móvil a un lado mientras termino las últimas imágenes que deberé pasarle a mi jefe. Entonces vuelve a vibrar a los diez minutos. Esta vez era un texto de Isabel:

Hola amiga, ¿Puedes venir a verme a eso de las 16pm? No tengo ánimos de salir a la calle...

Y ahora un dilema: ¿debo juntarme con Juliette o con Isabel? O que tal si...

Claro Isa, nos vemos a esa hora

Tres horas más tarde me encontraba en la entrada del edificio de Isabel, con Juliette intentando escapar a mi lado.

– ¡Que no querrá verme carajo! Ni siquiera responde mis textos– repetía Juliette como por tercera vez mientras fallaba en safarse de mi agarre.

– Van a solucionar todo, estoy segura... sólo tienes que verla en persona y ya.

– Pero...

– Sin peros jovencita– la interrumpo forzándola a ingresar al edificio y al elevador.

Llegamos al sexto piso, donde vivía Isabel. Ruedo mis ojos al ver como las rodillas de mi amiga comenzaban a temblar.

– Esto no es...

– ¡Ya estamos aquí!– la vuelvo a interrumpir avanzando hacia la puerta del departamento de Isa.

Presiono el timbre y veo cómo la puerta de roble es abierta casi al instante. Una Isabel completamente sonriente de asoma por la misma, pero se petrifica al ver a Juliette y amaga a cerrarla.

–¡ No, alto! Solo quiero que hablen– grito furiosa poniendo la mano sobre la puerta para evitar que sea cerrada, y volteo rápidamente hacia mis dos amigas– y si no quieren hacerlo al menos inténtenlo por mi. No me gusta estar en medio de sus disputas.

Ambas miran sus pies pensativas.

– Claro que estoy dispuesta a hablar– dice Juliette en un susurro.

Isabel la mira fijamente, y luego de unos segundos asiente.

– Está bien... pasen.

Una vez que todas tomamos asiento en la sala decido romper el silencio hablando sobre un tema que nos concierne a las tres: el proyecto del edificio. Juliette fue la que más habló al principio y Isabel solo daba breves comentarios. Al cabo de una media hora fue Jul quien toca el tema donde todo este lío empezó:

– Oye... ¿te molesto que esté con Edward?

Silencio.

– Iré al balcón a tomar aire con Dobby– agrego tomando a la mascota perruna de Isa en mis brazos y dirigiéndome al balcón. Lo mejor será dejarlas a solas.

Tomo mi móvil para pasar el tiempo y entro a mi galería para ver mis fotografías con Charles. Si que nos veíamos bien juntos, y ni hablar sobre estar bien por dentro. Pensar que gracias a él comencé poco a poco a dejar atrás mis ataques de pánico, mis pensamientos dañinos, mis malditas acciones autodestructivas que me llevaban a tomar muchas dosis de pastillas... provocan que las lágrimas comiencen a caer involuntariamente por mis mejillas. Volteo hacia mis amigas mientras me limpio el rostro, y sonrío de oreja a oreja al verlas abrazadas. Abrazo a Dobby por instinto.

– Parece que tienes una nueva mamá– le digo al pequeño perro mirando a Juliette.

Entro a Instagram y navego un rato por la app hasta que veo una nueva historia de CharlesIrwin22, al entrar a la misma me dan ganas de volver a llorar al ver la misma fotografía que había en mi collar de ambos bailando, y debajo de la misma relucía una frase: "Contigo nada está perdido".

Volver a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora