Capitulo 6

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Charles

Intento con todas mis fuerzas no bajar mi mirada hacia su figura y solo mantenerme enfocado en su rostro, aunque ya disfrute la vista cuando la divisé de lejos gracias a las indicaciones que me dio Isabel, mi compañera del Instituto. Cassie parecía sorprendida y a la vez preocupada.

–¿ Charles, eres tú o estoy soñando?

Definitivamente bebió, dudo que sobria me lo haya dicho. Igual admito haberme puesto feliz. Dejo de distraerme por sus carnosos y tentadores labios con brillo labial.

– Soy yo y esto es real.

Veo que sus mejillas se enrojecen antes de voltear, sigo su mirada hacia un chico que charlaba y reía con una mujer rubia. Ya veo lo que pasa, o creo saberlo... para que intente olvidar al sujeto decido que lo mejor es distraerla.

–¿ Quieres salir a tomar aire?

Ella voltea hacia mi de nuevo y asiente. Sin pensarlo dos veces le tomo la mano sintiendo el calor que emana su piel y guiándola hacia la salida.

– Aquí está mucho mejor– susurra ella antes de sentarse y agitar sus manos en su rostro para darse aire– ¿de casualidad tienes analgésicos?

– No, lo siento.

Ella abraza sus rodillas y da un largo suspiro derrotada.

– Creo que tendrás mucho para hablar en tu próxima sesión– digo mientras me siento a su lado– ¿era tu ex?

Ella gira para verme directo a los ojos antes de asentir con una triste expresión.

– Que idiota– comienzo a decir, ella me mira confusa– digo por haberte dejado ir si es que así fue su ruptura, eres una buena persona.

Pienso en cómo ella me pregunto si estaba mejor gracias a la terapia el martes pasado y en cómo se sentó a mi lado para charlar a pesar de que seamos unos completos extraños. Me trago las ganas de decirle la parte de que es preciosa y con una figura para morirse.

– Gracias, tu también eres hermoso.

La sorpresa me invade tanto como a ella que corre su mirada con velocidad al percatarse de lo que acaba de decir. Entonces oigo que suena una buena canción dentro y espontáneamente me pongo de pie y le ofrezco mi mano.

–¿ Bailamos?

–¿ Aquí?

– No es el lugar sino la persona- le susurro al oído encorvándome , y cuando me enderezo veo como acepta mi mano con una sonrisa.

Y comenzamos a bailar sin más, agarrados de las manos. Obviamente no me importaba que las personas que ingresaban al bar se nos queden viendo , solo pensaba en lo suave que eran sus manos. La hago girar y me tomo el atrevimiento de poner una mano en su cintura sintiendo la parte de su piel descubierta entre su ajustado corset y su pantalón.

– Que locura– dice entre risas.

– No creo que bailar al aire libre lo sea...– comienzo a decir, y aferrándome desesperadamente a su cumplido accidental hacia mi, agrego:–locura sería no volver a verte.

Mis palabras hicieron que se detenga en seco y me suelte las manos. Frunzo el ceño confuso.

– Debería irme, ya me siento mejor.

–¿ Dije algo?...

– Solo quiero ir a casa... mejor dicho a una farmacia veinticuatro horas– me interrumpe– ¿conoces alguna por aquí?

– Creo... que si.

Me asegure de estar en lo correcto con el mapa de mi móvil tratando de no pensar en su repentino cambio de humor por haberle coqueteado. Mi pulso se empieza a acelerar dándome un aviso de que necesito consumir.

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