Nos movimos como centinelas en la oscuridad. Si queríamos escapar de la prisión, debíamos apresurarnos. Ya se había corrido el rumor de que uno de los prisioneros había logrado escapar y se había llevado consigo el congelador. Todos estaban más atentos a lo que ocurría dentro del lugar. Sokka acordó reunirse con su padre y contarle el nuevo plan de escape. Por mi parte, me quedé de observador, tratando de mantenerlos a salvo.
Sokka entró en la celda. Su padre estaba más a la defensiva que antes y estuvo a punto de darle un golpe en la cara, pero al darse cuenta de que se trataba de su propio hijo, desistió.
—Padre, es un gusto volver a verte — le abrazó —. ¿Dónde está el resto del equipo?
—Fuimos separados cuando nos capturaron. El resto está en una prisión cerca de la Nación del Fuego, y a mí me trajeron aquí por ser el líder. Antes de ser capturados, conocimos a unas chicas guerreras que dijeron conocerte.
—Oh sí, las guerreras Kyoshi. Suki, su líder, está aquí en la prisión y nos ayudará a escapar — tragó saliva —. Y también nos ayudará Zuko, el hijo del Señor del Fuego.
—¿Hijo del Señor del Fuego? ¿Podemos confiar en algo así? —sonaba molesto.
—Padre, sé que suena difícil de creer, pero Zuko ha cambiado y ahora está de nuestro lado. Yo creía que estaba usándonos y mintiendo, pero no fue así. Ha mostrado ser leal y un buen compañero — sonrió al recordar las pequeñas aventuras que habíamos tenido antes de llegar a la prisión —. Yo creo en él, puedo sentirlo. Es útil y realmente lo necesitamos.
—Si realmente es como dices, confiaré en ti entonces.Después de un rato, Sokka llegó hasta mí explicándome su nuevo plan de escape, y se lo contó a Suki también. Era arriesgado, pero nuestra única opción. Tendríamos que iniciar un motín con todos los prisioneros en la plaza principal y nosotros nos reuniríamos en la góndola para escapar. Había un riesgo de que los guardias nos cortaran el paso y no pudiéramos salir de ahí, pero debíamos intentarlo.
Cuando Sokka se fue, unos guardias me retuvieron en una celda y me mantuvieron ahí, ya que aún seguían esperando que un general fuera a verme. Pero la persona que me esperaba en mi nueva celda era Mai. Mi corazón se apagó un instante y después empezó a latir con fuerza. Se veía molesta, y yo me sentía atrapado por ello.
—Sabía que te encontraría aquí.
—Mai... ¿qué estás haciendo aquí?
—Me dijeron sobre tu presencia en la prisión. Tenía que verte aquí, traidor.
—¿Acaso tú también me llamarás así?
—Decidiste irte y cambiar a todos por un "bien común", ¿qué se supone que eres entonces? ¿Un héroe?
—Mai, tú no lo entiendes, no ves las cosas con los mismos ojos que yo.
—Así es, Zuko, yo veo todo con claridad. Y estoy muy decepcionada de ti y de esta estúpida nota que dejaste antes de abandonarme — me arrojó un pergamino que le había dejado cuando escapé de casa.
—No lo entiendes. Esto es lo correcto, ayudar a la paz, no seguir con el patrón destructivo de la Nación del Fuego. Algún día lo entenderás.
—Jamás entenderé cómo puedes ser tan hipócrita...Repentinamente, todas las celdas de la prisión se abrieron de golpe, provocando mucho ruido y la llegada de guardias hasta mi celda. Uno de ellos intentó "proteger" a Mai de lo que estaba ocurriendo, pero ella negó rotundamente la ayuda. Al menos mantenía la misma esencia que me había cautivado de ella, pero no podía seguir ahí, debía cumplir mi propósito y mi misión. Aproveché entonces una distracción para escapar y dejar encerrados a Mai y al guardia dentro de mi celda para después reunirme con el resto en la explanada principal.
Al llegar, el tumulto de prisioneros estaba comenzando, con gente ejerciendo fuego control y peleando entre sí. Todo iba funcionando. Busqué entre las personas y me escabullí hasta la parte más céntrica, donde choqué de frente con Sokka.
—Mierda, debemos dejar de encontrarnos de esta forma — me abrazó para no caer de espaldas.
—Ya lo creo — reí y me incorporé antes de decirle algo más —. ¿Este es el plan entonces? ¿Llegó la hora?
—Sí, no tenemos mucho tiempo, debemos ir por Suki y mi padre.
—Andando entonces.Nos reunimos con el resto y corrimos hasta la torre que daba a la góndola que nos sacaría de la prisión. A Suki se le ocurrió una idea descabellada, que consistía en tomar como prisionero a alguien y, para nuestra fortuna, ante todo el alboroto apareció el Alcalde, quien era el máximo jefe de la prisión. Suki se las ingenió para burlar a los guardias y tomarlo como prisionero, así no cortarían la línea y nos dejarían escapar.
Cuando el Alcalde fue aprisionado por la chica, nos acercamos a la góndola y exigimos que nos dieran paso. Todos subimos y yo me encargué de averiar el sistema de frenado para que nadie pudiera detenernos, pero con lo que no contaba era con que había alguien viéndonos desde el inicio del circuito.
—¿Esa no es...? — Sokka habló.
—Sí, Azula.
—Y Ty Lee... — agregó Suki.
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Como una chispa | Zukka
FanfictionVengo de una nación que es más grande que cualquier otra, donde nos enseñan a destruir a quienes no siguen al rey Ozai; sin embargo, nunca me enseñaron qué hacer cuando el fuego en mi corazón crece a medida que me enamoro de alguien, es como una chi...