—Tienes que comprometerte —dijo el rey con total seriedad, pero su hijo parecía estar entretenido con otra cosa—¿Hao, me estás escuchando?
—S-sí, padre —suspiró y rodó los ojos levantándose de su silla real para ir a su habitación, se había cansado de estar a su lado
Sabía que el día en el que tengan que hablar de ese tema cualquier día llegaría pero no esperaba que tan pronto. Apenas tenía 21 años, tenía toda una vida por delante y no la quería desperdiciar en un matrimonio.
El castaño amaba su libertad y quería hacer con ella lo que quisiera, sobre todo, disfrutar de los placeres de la vida, sin relacionarse de manera romántica con nadie.
Salió del gran salón encontrándose con Hyujin, su mejor amigo, el príncipe de las islas del Sur, venía de un lugar muy caluroso y a la vez fogoso. Él aseguraba que haberse mudado al reino había sido la mejor decisión ya que podía estar más cerca de Hao.
—¿Qué te dijo? —preguntó curioso
—Básicamente me dio una charla de porqué ya es momento de que me comprometa —bufó —la verdad ya estoy harto de esta mierda, quiero tener 17 años de nuevo
—Lamentablemente no podrá suceder, pero créeme que aunque te comprometas, conmigo nunca te faltará la diversión —le guiñó un ojo
—Gracias, Hyunjin —sonrió sintiéndose halagado —¿pero sabes algo?, papá no me puedo obligar a casarme, yo puedo un día cualquiera escaparme e irme muy lejos para que nadie me encuentre
—Puedes ir a mis islas, ahí estarás sano y salvo
—Suena bien, pero no creo sobrevivir al calor, sabes que me crié en este clima fresco
—Por eso es que todos los nobles caminamos desnudos en mi reino —dijo el pelirojo con picardía —¿no quieres caminar desnudo?
El contrario simplemente rió ante su pregunta y se adelantó a su habitación.
—Nos vemos luego, guapo —le lanzó un beso volado y cerró la puerta acostándose boca arriba en su gran cama
Estando ahí suspiró con pesadez, si existiera algún hechizo para poder dejar de ser príncipe lo probaría en ese mismo instante.
Las responsabilidades eran complicadas, así que siempre las evitaba y dejaba que los demás hicieran todo, el sólo iba de fiesta en fiesta divirtiéndose con quien sea, venía a casa a altas horas de la noche y a pesar que su padre le repetía que ya tenía que sentar cabeza. Él no hacía caso.
Cerró los ojos tratando de descansar y mientras se adentraba en un sueño profundo, unas manos empezaron a tocar su cuerpo por debajo de su ropa.
—Mgh... —soltó un gemido ante la calidez de aquellas manos, aunque no haya abierto los ojos aún sabía de quién se trataba —sigue... mgh...
—Me pregunto si cuando te comprometas seguiremos haciendo este tipo de cosas que tanto te gustan —tomó sus dos manos y las colocó sobre su cabeza
—Claro que las seguiremos haciendo, no me pienso comprometer... mgh... —sintió la lengua húmeda de aquel chico hundiéndose en su cuello hasta llegar a su oreja —sí... justo ahí...
—¿Me estás dando órdenes? —frunció el ceño y le dio una cachetada haciendo que abra los ojos rápidamente —aquí quien te maneja soy yo, y ya te dije como tienes que llamarme
—Lo siento, amo... —respondió fingiendo timidez
—¿Cómo dijiste? —lo tomó del cuello acortando su respiración —repite más fuerte
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Beyond The Crown ◇ Haobin
FanfictionHao tiene que comprometerse por orden del rey, su padre, quien contrata a Hanbin, el Duque del Norte, para proteger a su hijo del mal que estaba acechando al reino. Alguien quería asesinar al príncipe, ¿pero quién haría algo así?