Beyond The Crown ◇ Haobin

◇18◇

Ante la presión de elegir quien de los dos era el verdadero Duque Hanbin, se escuchó un gran estruendo en el lugar, y lo que antes parecía el laberinto se formó en un brusco acantilado del cual Hao se desplomó dejando caer al vacío la espada que Hyunjin le había dado.

Sus manos se extendieron y agarraron el filo de este, tratando de subir con la poca fuerza que le quedaba.

—¡Ayuda!

—¡Alteza! —gritó el pelinegro inclinándose al acantilado, pero el otro Hanbin también se acercó extendiendo su mano

—¡Toma mi mano!

—¡Toma la mía!

Hao estando al borde del vacío empezó a llorar, no sabía que hacer, incluso pensar que nada era real crearía más tragedia, el laberinto Mágico era una de las peores pruebas que hayan existido.

—No debí decirte que me acompañes... todo es mi culpa... si hubiera ido solo no estuviera pasando esto... perdóname Bin... si pierdo esta prueba ya no me importa... así que voy a retirarm...

—¡¡NO!! —gritó uno de ellos —no digas esa palabra, tu vas a superar esta prueba aunque sea lo último que haga —sacó su espada y la clavó en el corazón del otro Hanbin viendo como se convertía en un monstruo

—Hanbin...

—¡Ve!, termina esta prueba, quien se va a retirar soy yo

—Tu cabello está blanco...

—¡¿Qué?! —se tocó el cabello y extendió un mechón de este hacia sus ojos viendo como estaba blanco como la nieve —carajo... ¡cierra los ojos, Hao!, ¡no tienes que verme!

El castaño hizo caso y cerró los ojos sintiendo como las manos cálidas del mayor lo elevaban hacia la cima, no dijo ni una sola palabra y sólo siguió sus pasos.

Solo escuchaba un montón de gritos, pasos rápidos, espadas y mucho caos. Pero eso desapareció unos pasos más allá.

—El Príncipe Hao logró superar esta prueba

Escuchó a través del megáfono y abrió los ojos viendo a dos guardias en una esquina esperándolo para la siguiente prueba.

—¿De verdad... la superé?

—Felicidades, alteza —lo escoltaron hacia la batalla final, que era la lucha de espadas

Hao bajó la mirada a su cinturón observando que su espada seguía ahí, no la había perdido.

—¿Todo fue mentira? —se dijo a sí mismo mientras se cambiaba de ropa para la prueba final

—Nada del laberinto es real, alteza, todo es una combinación de sus mayores deseos con sus miedos, todo es cuestión de tener una gran fuerza mental para no dejarse llevar por nada, casi nadie logra superar esa prueba

Hao fue llevado al campo, su oponente también llevaba ropa de esgrima con aquel casco que le impedía saber quien era. Todo hecho para que incluso si son amigos, ninguno lo sepa y la batalla sea justa.

—¡Comiencen!

Tenían un tiempo estimado de diez minutos para vencer al otro, no era tanto tiempo ya que en las luchas de espadas nunca se tardaban en vencer a su contrincante.

Un par de cicatrices no fueron suficiente para que Hao se rindiera y siguió luchando recordando las lecciones que Hanbin le dio.

Se movía de lado a lado, esquivando varios de los agresivos ataques de su oponente, incluso cuando la espada casi lo ataca en el estómago.

Ninguno de los dos soltó la espada, ya que eso también significaba la derrota y así fue que se terminaron los diez minutos sin ningún perdedor.

—¡Atención a todos! —dijo la voz del megáfono captando la atención de los presentes —¡hay dos ganadores en este podio!