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La corona que tenía el rubio sobre su cabeza era la poseedora de toda la niebla negra que había invadido la ciudad.

—¡¡Esta maldita corona siempre fue mía!! —gritó haciendo que la tierra se abra más —hasta que llegaste tú ¡¡y arruinaste todo!!

—¿Q-qué?... ¿a qué te refieres?

—De un día para otro ese maldito viejo te escogió para que seas rey, ¡A TI!, ¡cuando yo siempre estuve a su lado!, todo el tiempo, tu sólo eras un maldito mestizo y ¡¡aún así te prefirió a ti!!

—¿P-por qué me dices esas cosas? —sus ojos se aguaron al oír esas palabras que nunca habían salido de la boca de su hermano

—¿Acaso no lo sabes? —sonrió de forma burlona —¿no sabes que te he odiado todo este tiempo por robarte lo que por legado me pertenece?

—¿Odiado...?

—¡Exactamente! —afirmó —¿o acaso crees que en verdad estaba feliz viviendo con un hijo bastardo?... pero claro... —prosiguió —qué me iba a esperar del hombre que se metió con una sirvienta apenas mi madre murió

—Pero yo no tengo culpa que eso haya sucedido, hermano...

—¡No me llames así! —golpeó el suelo con su pie haciendo que la tierra tiemble de nuevo —¡no soy tu hermano!, no vuelvas a llamarme así porque aunque tengamos la misma sangre, yo jamás aceptaré a un bastardo como tú

—¡Yo ni siquiera pedí ser príncipe, Minghao! —pegó un grito agudo —un día aparecieron a mi puerta unos hombres en carruajes diciendo que los acompañe al castillo, ¡yo ni siquiera sabía que tenía padre!

—¿Y por qué mierda aceptaste entonces?

—¿Qué?

—Dices que no querías ser príncipe, ¡por qué carajos aceptaste ese cargo si apenas eras un forastero que no tenía idea de cómo se agarraba una maldita cucharilla!

—¡Estaba sólo!, ¡no podía negarme a mi padre cuando lo único que hizo fue ser hospitalario conmigo! —sus ojos llenos de lágrimas ni siquiera movían el corazón del rubio —pensé que tú...

—¿Que yo qué? —frunció el ceño —¿que yo te quería?, ¿esa mierda ibas a decir?

—¿Por qué me hiciste esto...?

—¡Por arrebatarme mi vida! —gritó —¿o acaso eres sordo?, ¡¡YO TENÍA QUE SER REY!!, y sin ti en el medio iba a ser más fácil...

—¿Entonces siempre fuiste tú...? —sollozaba —¿siempre fuiste tú el que quiso hacerme daño...?

—Pues claro —rió burlón —¿quién más iba a ser?, ¿o es que acaso nunca te diste cuenta?

—¿Cómo iba a darme cuenta?, de todas las personas que se me venían a la mente tu no eras una de ellas...

—Es porqué te engañé tan bien —carcajeó —eres tan ingenuo, ni siquiera entiendo porqué mi padre te nombró rey...

—Basta... —se dejó caer en el suelo sintiendo su corazón a punto de explotar por el dolor —yo... estaba enamorado de ti... ¡¿por qué me hiciste esto?!

—¿Enamorado? —analizó —esa mierda no existe... aunque por un momento lo consideré, pero luego recapacité y pensé que era una idiotez... me arrepiento de no haber dejado que comas ese pescado...

Hao se arrastraba en suelo con la mano en su corazón con cada cosa que su hermano le decía. No entendió cómo pudo haber sido tan tonto todo este tiempo y no haberse dado cuenta de ellos, pero a veces el amor te cegaba de una manera intensa...

Beyond The Crown ◇ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora