◇07◇

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—¿Quisieras bailar esta pieza conmigo?

—¿Y-yo...? —respondió dando una vista rápida a su alrededor notando como todos estaban atentos a los que el príncipe fuera a hacer —yo... no podría, ustedes debería bailar con algún príncipe, yo....

—Ven, toma mi mano, no me dejes así —insistió haciendo un tierno puchero y dado de que era un petición de su alteza, el Duque no podía decirle que no

—Está bien, alteza...

El pelinegro tomó la mano de Hao, quien lo dirigió hasta la pista en la que todos empezaron a juzgar el porqué estaba bailando con un Duque, pero otros simplemente ignoraron aquello y siguieron bailando.

—¿Ves? —sonrió el castaño —no es tan complicado, sólo me sostienes la mano, la cintura y te mueves de un lado

—En donde yo vivía nunca bailábamos, no soy tan bueno en esto, alteza

—¡Claro que lo eres!

La orquesta tocaba su melodía cambiando la música por una más movida a los pocos segundos. Sus movimientos eran casi impecables, a pesar que el Duque nunca fue invitado antes a un baile seguía fácilmente los pasos del castaño.

De un momento a otro, solamente ellos se habían quedado en medio de la pista sintiendo las miradas de los invitados encima suyo. Cosa que ni siquiera les importó en aquel momento.

Ambos se alejaron en un paso de baile para volver a encontrarse en el siguiente, sin embargo, justo cuando Hanbin terminó de girar sus ojos fueron hacia el techo del palacio.

Hao siguió bailando sin darse cuenta de las cosas. El Duque vino corriendo hacia él tirándose encima suyo en el momento exacto en el que un gran candelabro se estrelló contra el suelo con un estruendo ensordecedor, esparciendo cera, fragmentos de metal y cristal por todo el salón.

Los invitados se quedaron pasmados, algunos gritando de sorpresa y otros de miedo por ver a los dos hombres en el suelo. Se acercaron a ellos quienes seguían sanos y salvos.

—¡Hijo! —gritó el rey yendo despavorido hacia Hao —hijo, ¿te encuentras bien?

—¿Papá...? —trató de abrir los ojos notando como el Duque lo tenía sujeto en forma de abrazo —Duque...

—¿Se encuentra bien, alteza? —preguntó importándole poco que de su rostro esté goteando sangre, muy cerca de su ojo derecho, como si algún gran pedazo de vidrio haya cortado parte de su rostro

—Duque...

—¡Dios Santo! —una de las sirvientas se acercó observando al Duque y con ayuda de otras dos lo sostuvieron para llevarlo con el médico real

—Hijo, ¿no te pasó nada?, ¿no quieres que llame a...?

—Estoy bien, padre... —respondió rápidamente —él... me salvó... —dijo aún observando con tristeza como el Duque era llevado por las sirvientas

El rey dio la fiesta por finalizada y todos los nobles se despidieron amablemente de él y el príncipe dejando el salón que hace un rato estaba tan ruidoso por la gente a uno totalmente vacío.

El único ruido era por los fragmentos del gran candelabro que estaban siendo barridos por la servidumbre.

—¡Hao! —Hyunjin se acercó hacia él aterrorizado —¿estás bien?, ¿te dolió?, ¿te cayó algo? —le tocaba por todo el cuerpo para corroborar que se encuentra bien

—S-sí, sí, sí, Hyun, estoy bien, no te preocupes, ¿okey? —le ofreció una dulce sonrisa para tranquilizarlo

—Tenía tanto miedo... —este le abrazó fuertemente acariciando su cabello y su delgado cuerpo —todo pasó tan rápido que escuché el golpe de los vidrios... pensé... pensé que había caído encima de ti... —sus palabras se convirtieron en sollozos

Beyond The Crown ◇ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora