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—¿Por qué le disparaste a mi hijo? —preguntó el rey al cazador que había sido arrastrado hacia el castillo por Minghao

—Yo... yo... fue un accidente... no pensé que el príncipe estaría ahí... yo...

—¿Acaso quisiste asesinar a mi hermano? —preguntó el rubio de forma agresiva asustando aún más al hombre que permanecía arrodillado en el suelo y temblando

—Basta, Hao

—Pero padre, este imbécil...

—¡Basta Minghao! —alzó la voz —ya no digas más, yo hablaré con él, puedes retirarte —con la ira acumulada, le dio un vistazo rápido al cazador y salió de la sala —bien, ¿me puede explicar qué pasó?, quiero oírlo de usted... y sea sincero por favor

El hombre seguía temblando, pero alzó la cabeza notando que el rey no tenía ninguna intención de hacerle daño, más bien su mirada era comprensiva, así que tuvo más confianza de hablar.

—Yo... en verdad no sabía que el príncipe estaba ahí, su majestad...

—¿De verdad lo confundiste con un animal?

—Yo... —soltó un gran suspiro —no... la noche anterior recibí una carta... en esa carta... decía que me darían 200 monedas de plata a cambio de tirarle una flecha al chico de cabello castaño que estaría en el bosque en la mañana

—¿Qué?

—P-p-pero yo no sabía que era el príncipe... —volvió a agacharse a suplicar —la carta no tenía remitente, sólo apareció debajo de mi puerta... me dijeron que el de cabello castaño era alguien que quería dañar a la familia real... perdóneme, su majestad

—Honorable hombre —se aclaró la garganta —entiendo que haya querido proteger a la familia real, pero pudo haber sido más precavido

—Lo siento mucho...

—No se preocupe, y la próxima vez antes de aceptar algo como eso verifique bien de quien y hacia quien va dirigido, pudo haber causado un daño inmenso

—Perdóneme, su majestad

—Puede ir en paz, solamente le digo que ya no lo quiero ver cerca del palacio

—Claro que sí, majestad, no se preocupe, no volveré por aquí —se levantó sacándose las lágrimas —muchas gracias de verdad —salió del lugar, escoltado por los guardias reales prometiendo ya no volver a merodear por ahí de nuevo

El rey comenzó a toser repentinamente y los sirvientes le entregaron sus medicamentos y agua a toda prisa haciendo que su tos se detuviera.

...

—Pónganse este ungüento, su alteza —decía la enfermera después de colocar una férula hecha con vendas para inmovilizar su hombro —en unos días estará totalmente recuperado

—¿Te sientes mejor? —el Duque, quien estaba esperando en la puerta por fin ingresó al área médica

—Me duele aún, pero ya no como antes —dio una sonrisa tranquila observando como el pelinegro se sentó a su lado

—¿Qué hacías en el bosque? —preguntó con preocupación —fue peligroso

—S-sí, ya me di cuenta que es peligroso —bromeó señalando su hombro —pero en realidad fui porque en la noche cayó en mi ventana un sobre, mencionaba algo como "te espero en el bosque por la mañana" no recuerdo bien... pensé que no era para mí

Beyond The Crown ◇ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora