Beyond The Crown ◇ Haobin

◇28◇

—¿Hanbin...? —el castaño se quedó atónito ante la presencia de su guardia

—Puedo explicarlo, por favor escúchame

—Te escucho...

—Te seguí, me puse una máscara y te seguí porque mi deber es protegerte, si te pasaba algo malo debería estar ahí para cuidarte, pero luego vi al príncipe Sunghoon desmayarse en plena calle justo cuando venía a verte

—¿Qué?

—¡Lo ayudé! —dijo rápidamente —él se encuentra bien, se teletransportó al castillo, pero me dijo que te dijera que la cita se cancelaba y yo no podría decirte eso porque odio verte triste...

—Bin...

—Así que fingí ser él... dejé que mi cabello esté al natural con miedo de arruinarle la vida de cualquiera que lo vea, encima íbamos de un lado a otro y me daba más miedo aún...

—¿Y cómo es que hiciste su voz...?

—Con un hechizo de voz...

—Oh...

—Pero no suelen durar mucho, así que traté de hablar lo menos posible... pero aún así me descubriste... lo siento tanto, si quieres irte estás en todo tu derecho

—¿Quién dijo que me voy a ir? —sonrió tiernamente volviendo a rodear su cuello —en verdad me sorprendí de que fueras tú... pero no por eso te voy a dejar después de todo lo que hiciste por mí... fue lo más adorable que pude oír

—¿En serio?

—Sí... —acarició su mejilla —lo hiciste para que no me pusiera triste, dejaste que escogiera a qué puestos ir y me seguiste en cada cosa hasta si era estúpida... eso es adorable... en mi opinión, creo que fue de mis mejores citas

—Me alegra que no estés enojado...

—Contigo jamás —lo abrazó con dulzura —lo único que hiciste desde que llegaste a mi vida fue hacerme feliz, creo que te lo debo... —se mordió el labio —así que, para compensarte, voy a romper tu maldición

—¿Ahora...?

—Claro que sí, hay que aprovechar, nadie nos va a interrumpir aquí...

—Yo... —titubeó —no sé si pueda hacerlo...

—¿Te pusiste tímido de nuevo? —hizo un puchero —hace un rato te veías muy seguro de lo que harías

—Era porque no sabías mi identidad real...

—Entonces... —observó a su alrededor viendo una tela negra en la mesa de noche —podríamos hacer otra cosa para más comodidad

Tomó aquella tela y la cortó del mismo tamaño volviéndose a sentar en el regazo del peliblanco.

—Vamos a usar vendas para cubrirnos los ojos, así nos sentiremos más cómodos cuando lo hagamos

—¿Vendas?, ¿los dos?

—Créeme que será ultra excitante, el resto de sus sentidos se activan y sientes todo de una manera más caliente —sonrió

—No estoy seguro...

—Me venderé primero entonces —se trató de poner la venda pero Hanbin lo terminó ayudando haciéndole un lazo fuerte pero sin dolor —ahora te toca...

—Bien... —se colocó la venda alrededor de sus ojos dejando lo demás al resto de sus sentidos

Al tener la visión limitada y oscura, se dejaron guiar por sus manos, las cuales volvieron a hacer el trabajo iniciado anteriormente, pero esta vez mucho más intenso con ayuda de las vendas.