Beyond The Crown ◇ Haobin

◇27◇

Resulta que el festival de máscaras era una fiesta en la que varios nobles asistían, pero ni siquiera ellos mismos sabían que los otros iban gracias a que sus ojos estaban cubiertos por máscaras.

Con su traje hecho a medida, dejando mostrar un poco de piel en el escote y un pantalón pegado. Se colocó una máscara con forma de cabeza de gato y tomó la mano del peliblanco para salir a la ciudad.

Las calles estaban llena de risas por todas partes, comerciantes y luces por doquier. Desfiles pasaban y los fuegos artificiales pintaban el cielo. Se sentía tan cálido.

—Prueba este delicioso pescado a la parrilla —un mercader se acercó al castaño y este sonrió ante eso

—Gracias —lo tomó a punto de probar un bocado pero antes de que pueda hacerlo, alguien intervino tirando la comida al suelo repentinamente

—¡No comas eso! —gritó con aquella peculiar voz que Hao reconocería en cualquier lado

—¿Minghao?

Antes de que el contrario pueda responder, este tomó su brazo llevándolo a un lugar alejado para que nadie los escuche.

—¡No vuelvas a aceptarle nada a un extraño! —reprochó

—Pero fue muy amable...

—¡No confíes en nadie! —gritó de nuevo —aquí todo se compra, nadie te da nada gratis, tu más que nadie debería saberlo

—Pero... estamos con máscaras, ellos no...

—¡Nos pueden haber seguido, Hao! —se adelantó antes de dejarlo hablar —por favor, no vuelvas a aceptarle nada a un extraño, no sabes que intenciones tiene

—Está bien...

Después de dejar las cosas en claro, se alejó de su hermanito. Lo pudo haber seguido sino fuera porque tiene una cita con Sunghoon y pasaría toda la noche del festival con él.

Mientras seguía caminando, observó a las personas tirando agua a las parejas, esperaba que no le toque eso si lo ven con el peliblanco. De pronto, entre tantas máscaras visualizó una silueta conocida de espaldas y con cabellera blanca.

—¿Hoon? —llamó y este se giró —tenía puesta una máscara de cabeza de lobo que cubría gran parte de su rostro y cabello —te ves muy bien... —sonrió mordiéndose el labio —¿vamos?

Le extendió la mano y este la tomó de inmediato, ambos caminaron por un largo rato en silencio, pero al sentir la leve tensión, Hao decidió romperla.

—¿Con cuántos te planeas besar esta noche?

—¿Cómo dices?

—Digo que... —rió nervioso —dijiste que siempre que venías a este festival te terminabas besando con varios... quería saber si hoy también planeas hacer lo mismo...

—Yo... planeo besar a una sola persona

—¿En serio?

—A ti... —el castaño sonrió feliz por aquella respuesta

De repente, mientras caminaban, Hao vio un puesto de lectura de cartas, siempre quiso probarlo y aunque fuera un fraude pensó que sería divertido.

—Escoge una carta —dijo la mujer ansiosa viendo como Hao la seleccionaba —vaya... puedo verlos a ustedes dos... casados en el futuro y gobernando estas tierras... ¿de casualidad usted no es el príncipe?

—Creo que se confundió... —soltó una risa nerviosa y tomó de la mano del peliblanco para salir huyendo del puesto antes que los descubran por completo —uff... eso estuvo cerca

Al tratar de respirar, sintió como gotas de agua caían en su ropa gracias al desfile pasando delante suyo, pero a pesar que le molestó aquello, Sunghoon parecía disfrutarlo.

—Veo que de verdad amas este festival

—La gente del norte no celebra de esta forma tan cálida, ya sabes... suelen ser más fríos

—Supongo que el clima es el que hace a las personas —ambos rieron ante el comentario —pero espero que tu seas muy cálido

—Eso siempre, alteza...

—Muy bien, alteza —tomó su mano nuevamente y lo jaló hacia otros puestos, algunos de comida, otros de juegos

Pasaron juntos toda la noche yendo de un lado a otro por peticiones de Hao, hasta que la luna estaba en su punto más alto dando inicio a la medianoche. Era tarde para volver al palacio, así que para hacerlo una mejor experiencia, decidieron ir a un hotel para visitantes.

La habitación era amplia, lujosa, y sólo había una cama, pero era grande y lo suficientemente cómoda para que duerman los dos. Sus ropas estaban empapadas, por eso se las sacaron y las dejaron en el secador del baño.

—¿Por qué no te quitas el bóxer? —preguntó el castaño ya desnudo y se acercó —¿te lo quito?

Se arrodilló sin que el peliblanco respondiera y le bajó todo para colocarlo en la secadora también junto a lo demás.

—¿No tenemos más ropa, no?

—No —cerró la puerta del baño dirigiéndose a la cama —pero me gusta más así, amo estar desnudo, y más si es ante otra persona que no resistirá tocarme

Ambos seguían con sus máscaras puestas nomas por juego, pero cuando Hao se la quitó, esperaba que Hoon se la quite, cosa que no hizo, pero aún así, eso no impidió que se siente sobre él y se comience a frotar.

—Mgh... mgh... —rodeó su cuello con sus brazos comenzando a besar su cuello escuchando los jadeos tímidos que emitía —te quiero dentro de mí —susurró y este hizo caso llevando un dedo hacia su entrada —ah... s-sí, ahí...

—¿Te gusta? —gruñó

—Más... más... mete otro...

El peliblanco llevó dos de sus dedos a la boca del menor, quien los aceptó con gusto y los lamió con tanto descaro. Y cuando ya estaban salivados, Hoon pudo llevarlos a su entrada.

Hao movía sus caderas contrayendo sus paredes ante el movimiento rápido de sus dedos. Tenía tantas ganas de hacerlo de una vez, su cuerpo pedía a gritos un poco de placer.

Besó sus labios con dulzura y sintió como el contrario trataba de ingresar su lengua, a lo que este la abrió sintiendo el deseo desbordado que el otro tenía por él.

—Quítate la máscara... —dijo entre gemidos, pero este no le hizo caso y siguió mordisqueando sus pezones —mierda... me encanta... sigue...

Se aferró a sus hombros al sentir un tercer dedo en su interior y jadeó con dolor para después soltar una sonrisa lujuriosa. Su cuello se empezó a llenar de chupetones por culpa del mayor y su mano libre allá abajo no paraba de darle nalgadas.

—Ahh.... mgh... —jadeaba —quítate la máscara, quiero lamerte toda la cara, por favor... —no volvió a hacerle caso y en vez de eso volvía a succionar uno de sus pezones

Pensó que con eso lograría olvidar su petición, pero en vez de eso, en un movimiento rápido, Hao subió las manos del cuello de este hasta su cabeza logrando quitarle la máscara desde atrás, quedándose congelado al ver el rostro del chico que tenía delante.

—Hanbin...