Beyond The Crown ◇ Haobin

◇30◇

Sunghoon lo sacó del palacio con ayuda de su teletransportación. Las calles de la ciudad también estaban cubiertas por esa densa niebla negra. Pero el peliblanco lo llevó a un rincón alejado del resto, y creó una burbuja invisible de protección para evitar que la niebla los ataque.

—¿Aquí también hay niebla?

—Estarás a salvo, sólo quédate conmigo

—Pero... la gente en el palacio está intentando escapar, creen que aquí afuera no hay niebla, debemos volver y advertirles

—Es muy peligroso, Hao

—Podemos teletransportarnos, es más sencillo así

—¡No! —gritó —es muy peligroso, entiende, por favor... traté de desaparecerla, pero no puedo, y ya gasté gran parte de mi energía... supuse que estaría en tu corona, pero el otro día estaba muy débil... pero fui al palacio a ver si estaba ahí y no la encontré, alguien la tomó

—¿Y cómo sé que no fuiste tu? —preguntó de forma acusadora

—¿Qué?

—¡Hao! —una voz familiar vino hacia mí

—¿Hyunjin?

Aunque llevara una túnica y la nariz y boca cubiertas de una tela negra, pudo reconocerlo claramente. El pelirrojo le entregó una túnica igual para que se tape.

—He preparado un carruaje cerca, sube y te revisaré —intentó tomar su mano pero el peliblanco se lo impidió

—Creé una barrera protectora, él no puede salir de aquí, es muy peligroso

—Es más peligroso que permanezca aquí en medio de la niebla

—Las barreras protectoras son muy eficientes cuanto se trata de proteger, es por eso que se llaman así, genio

—¿Por quién me tomas?, ¿crees que no lo sé? —frunció el ceño sacando una daga corta —quizás en el Norte les enseñan con magia, pero a nosotros en el Sur nos enseñan a usar armas reales, no a huir del peligro como cobardes

—¿Disculpa? —se pararon frente a frente —atrévete a decir eso de nuevo

—¡Cobarde!

—¡Chicos basta! —el castaño alzó la voz haciendo que los dos hombres se detengan —¿no escuchan eso?

Al quedar en silencio, se oyeron ruido de cascos de caballo acercarse. Los 3 chicos se mantuvieron en silencio sin saber de quién se trataba, pero de pronto, una tenue luz amarilla, titila a lo lejos.

—¡¡Hao!! —con lámpara en mano, mientras monta en caballo, Hanbin se acerca, también tenía la cara cubierta con tela, y al llegar hacia el castaño se baja del animal —Hao... pensé que algo te sucedió cuando desapareciste de repente

—Hanbin... —corrió hacia él dejando atrás a los dos príncipes que hace un rato se estaban peleando por él

—Me alegra que estés bien...

—Gracias por venir... —observó sus heridas con preocupación —¿te duele?

—Me dolía... pero al verte ya me curé

—Aléjate de él, Hao —gritó Sunghoon agarrándolo del brazo con fuerza para colocarlo detrás de él —no sabemos si en realidad es Hanbin

—¿Qué dices?

—Puede ser el villano convertido en él

—Príncipe Sunghoon, soy yo...

—¡Atrás! —creó una bola de magia con sus manos y se la lanzó al pelinegro