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Dejando pasar el incidente ocurrido en la noche, Hao se embarcó junto al Duque hacia el gran templo, era como una iglesia enorme, con distintas salas y habitaciones de alojamiento para los diferentes nobles que albergarían el lugar.

—No sabía sobre lo de tus poderes de hielo... —dijo el castaño tratando de romper la tensión entre ambos mientras se adentraba a la gran sala

—Fue magia... pero no me gusta hablar mucho sobre eso...

—¿Por qué...?

—¡Hao! —Hyunjin se acercó a ellos con una sonrisa acercándose a Hao más de lo normal dándole un beso en la oreja —¿cómo estás?

—Hola, Jin... —sonrió tímido volteando a ver al Duque de forma inconsciente notando su semblante rígido sin quitar la vista del pelirrojo

—Alteza, debemos ir a la capilla —dijo en un tono más serio que el de hace rato

—No se preocupe Duque, ahora Hao y yo iremos juntos, después de todo nos conocemos

—Yo voy a escoltarlo —respondió el pelinegro tomando del brazo a Hyunjin evitando que se lleve a Hao —yo soy su guardia encargado por el rey

—¿No quieres caminar tomado de mi brazo, Hao? —hizo un puchero ignorando las palabras del Duque

—Em... creo que si hacemos eso se malinterpretaría, la gente podría pensar que eres mi prometido y...

—Mejor para mí —guiñó un ojo dándole una palmada en el hombro al castaño —no te preocupes, ya me iba, nos vemos luego, lindo

Se alejó haciendo una reverencia, la cual Hanbin no respondió y siguió su camino junto a Hao hasta los cuartos.

Eran amplios y espaciosos, con diferentes camas en una sola y grande habitación, cómodo para cualquiera, menos para el castaño, él estaba acostumbrado a dormir solo.

—Es hora del baño, su alteza —dijo Hanbin dejando las maletas a un lado

—¿Baño? —frunció el ceño para poco después dejar entrever una sonrisa pícara —¿te quieres bañar conmigo?

—N-no... alteza —dio unos pasos hacia atrás —me refería al ritual de baño —se aclaró la garganta —es una tradición en el gran templo, cada nuevo huésped tiene que darse un baño sagrado para un regreso seguro

—Ya veo, entonces vayamos al baño

—Usted... tendría que ir solo, los baños están divididos por la aristocracia real, solo los príncipes pueden bañarse juntos

—Oh... —suspiró un poco apenado

El castaño se dirigió hasta los baños despidiéndose de Hanbin, hay veces en la que deseaba que no fuera un Duque, veces como esta.

Se acercó a la sala notando un jacuzzi y sin nadie alrededor. Se quitó la bata de baño y se sumergió en la cálida agua, era agua simple con vapor, pero se volvía sagrada por pertenecer al templo, Hao pensaba que esas cosas eran tonterías que no podía decir en voz alta.

—Vaya... esperaba a cualquiera menos a ti, hermanito

El mencionado giró la vista de inmediato notando a Minghao entrando al jacuzzi, el cual tenía un máximo de dos personas.

—Hola... —respondió Hao sin ganas de tener una conversación con él

—Si sabes que te tienes que colocar agua bendita y rezar, ¿no? —sonrió mostrándole el frasco con el aquel líquido —no es sólo acostarte ahí un rato

—Soy nuevo en esto, no crecí en el palacio, lo sabes...

—¿Qué te pasa? —frunció el ceño —en estos días te noto muy agresivo conmigo

Beyond The Crown ◇ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora