ch. 15

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𝐉ace había hecho lo que ella no; ir a consolar a sus primas

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𝐉ace había hecho lo que ella no; ir a consolar a sus primas. Desde el otro extremo de Marea Alta, su madre lo observaba con una mirada de aceptación. En el otro, su abuelo Corlys Velaryon mantenía una conversación con su hermano Luke. En ese momento, Val comprendió que, sin importar lo que hiciera o pensara, siempre estaría sola. Nadie la tomaba en cuenta; todos estaban concentrados en sus propios asuntos y adulando al rey.

Recordó un momento en el que había expresado su frustración, esperando que su madre le dijera cuál era su rol en todo esto. Jace algún día sería rey de los Siete Reinos y Luke sería señor de Marcaderiva, reclamando su derecho de nacimiento. ¿Dónde quedaba ella en todo esto? ¿Por qué nadie le prestaba atención? ¿Qué había de malo en ella para que todos la ignoraran?

El viento volvió a agitar su cabello, oscureciendo su vista con los mechones castaños. Al despejarse el rostro, Val divisó la incómoda presencia de su tío Aemond a tan solo unos metros de ella. Parecía querer consolarla, pero no sabía cómo. Apretaba los labios, se balanceaba hacia adelante y hacia atrás, claramente debatiéndose entre acercarse o no. Finalmente, esquivó la mirada y siguió su camino.

Ella apretó los labios y dirigió su atención al cielo, tratando de encontrar consuelo en las nubes que se desplazaban lentamente. No culpaba a Aemond; ni siquiera ella sabía qué decir para sentirse mejor consigo misma. El lamento de un dragón resonó a lo lejos, pero nadie lo tomó en cuenta, como si el dolor y la pérdida fueran tan comunes que ya no merecían atención.

Val se preguntó si alguna vez podría encontrar su lugar en un mundo que parecía tan indiferente a su existencia. Las historias que había escuchado sobre sus antepasados, los Targaryen y los Velaryon, siempre hablaban de grandes hazañas y de un destino marcado por el fuego y la sangre. Pero para ella, el futuro se presentaba como una extensión interminable de soledad y silencio.

Su madre solía decir: «Tu momento ya vendrá, debes tener paciencia». Pero Val siempre había sido paciente; entonces, ¿por qué nadie le decía cuál era su rol? Anhelaba poseer algo propio, un legado de sus antepasados.

Sintió la mirada de alguien sobre ella, un escalofrío recorrió su espalda, haciéndole pasar las manos por los brazos. Entonces visualizó los ojos púrpuras de su abuela Rhaenys, quien en muy pocas ocasiones sonreía con honestidad. En esa ocasión, su mirada parecía querer decirle más que simples agradecimientos por asistir a la despedida de su hija.

El cielo empezó a ponerse grisáceo y el viento azotó con más fuerza. Val decidió refugiarse junto a sus hermanos cerca de las brasas del fuego. El calor del hogar les brindaba un consuelo temporal, pero Val no podía ignorar el vacío en su corazón.

Los pasos de una mujer hicieron que alzaran la vista. Las manos firmes de su madre la tomaron del hombro y le echó una mirada autoritaria a ella, Jace y Luke.

—A la cama —ordenó.

—Pero, madre...

Jace comenzó a protestar, pero su madre le dirigió una mirada de advertencia.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 ──── hotdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora