𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 | ' el amor más acalorado, tiene el fin más frío '
‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾« en donde Valaena Velaryon
quedó marcada en la historia
como 'la del corazón roto' por
anhelar a su amor
que nunca retornó » ‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾
▹ house of the dragon fa...
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𝐕alaena Velaryon deseó haber pasado más tiempo con su padre. Había amanecido en sus estancias cuando Elinda la despertó junto con sus hermanos para entregarles la mala noticia: su señor padre, ser Leanor Velaryon, había muerto.
Siempre lo había pensado, al verlo erguirse y sonreírles a sus hijos, los varones, Val creía que su lugar era apreciar sus momentos de acercamiento entre ellos desde lejos. Simplemente oía, no actuaba. Oía las historias de marinos que se habían perdido más allá del Mar Angosto, más allá de Essos. Oía las canciones que se crearon de ello, como de canciones de marineros enamorados de criaturas marinas cuyo final era trágico. Deseaba haber dado un paso adelante y decir «Padre, yo también quiero aprender a pescar con mis hermanos» en vez de «Soy una dama, padre, mis pasatiempos son los libros, las canciones y el bordado». Quería decir que, en su defensa, era una princesa. No le agradaba oler a pescado y a sal. Aun así, se sentía una completa tonta por haber dejado aquellas situaciones pasar. Ahora todo sonaba a una excusa.
No lo odiaba. Ni siquiera era la palabra correcta. Era su padre. Era quien había actuado como tal pese a la verdad. Val tenía una corta edad que sabía apreciar los detalles, así que los tenues momentos que pasaba junto a su padre se limitaban al silencio ante las lecturas y tomar de sus manos cuando daban paseos. Los apreciaba, de verdad, rara vez su padre tenía tiempo y decidía ir con ella primero. Sin embargo, no podía evitar pensar en que Jace, Luke y Joffrey podrán compartir anécdotas de pescas y navegar en bote, pero ¿qué había de Val? No había nada impresionante en pasear y leer, más que la evidente falta de conexión con el apellido Velaryon. Se resentía un poco en ello.
Deseaba morir y volver a nacer con un cuerpo sano. No tembloroso, débil ante nadie y que no pudiera ir con Zeirox. Especialmente Zeirox. Val se preguntaba si el dragón se sentía igual de inquieto que ella, sin alzar sus grandes alas de murciélago y sentir el aire en su rostro. Val, que con suerte sus piernas le permitían tener un ritmo correcto al correr, presentía que sí. Se preguntó si se podía crecer a causa del dolor.
No había pasado demasiado tiempo del fallecimiento de su tía Laena. Val creía que el dolor de perder a su hermana había sido demasiado que su padre decidió hacerle compañía en el mar. Sus pensamientos no fueron compartidos, ni siquiera con sus hermanos, aunque con Jace se mandaba miradas silenciosas que bastaban con indicar que creían lo mismo. Su madre se mantenía en silencio, la ceremonia fúnebre en Marcaderiva no había demorado. La asistencia de Corlys Velaryon se mantuvo, pero la de su abuela Rhaenys decía mucho: sus dos hijos muertos en un lapso de tiempo corto... Val quería tomar de su mano cuando tuviera la ocasión.
Lucerys lloró en silencio a su lado, Jacaerys le comentaba sobre la presencia de los altos señores de Marcaderiva y que, siendo su próximo heredero, debía comportarse como tal mientras Valaena le limpiaba las lágrimas del rostro. La diferencia entre el funeral de su tía con el de su padre era la baja asistencia; no negaba la presencia del rey y la reina, pero era como si sus puestos estuvieran vacíos. Su abuelo estaba débil, cada paso era más lento, así que no se entretenía demasiado en conversaciones y se encontraba con la plácida compañía de Otto Hightower, su mano, comentándole de la buena vista de Marea Alta. Luego del incidente entre Luke y Aemond, el desprecio de la reina Alicent había crecido que reflejaba en la indiferencia. Al menos, se había fijado Val, sus tíos se entretenían; Aegon bebiendo, Helaena con un grillo entre sus manos y Aemond... ¿Dónde estaba su tío?
