estando finalmente en el auto con la niña dormida en el asiento trasero, yeonjun se sintió ahogado por el silencio pesado que había dentro- bueno, no realmente. beomgyu no dejaba de hablar. él mencionaba esta cosa que había hablado con esta persona en el supermercado o en la calle, le hablaba del personaje del show de televisión que siempre se perdía porque yeonjun acostumbraba a dormirse más temprano que él, decía que esto se debía a su edad y que estaba envejeciendo demasiado rápido; hablaba de absolutamente todo al mismo tiempo, sin notar que no recibía atención alguna.
—...y luego ella dijo que vendrían la próxima semana, pero sé que lo dijo para mantenerme aparte. sabes cómo son mis padres, parecen unos adolescentes enamorados... la semana pasada tuvieron una cena romántica en la playa, ¡sin ninguna razón! su aniversario no es hasta enero y ellos sólo fueron porque sí. deberíamos hacer algo así también, incluso podríamos ir con ning, ¿no sería lindo que su primera vez yendo a la playa fuera con nosotros? — pero cuando le miró por un segundo, se dio cuenta que el pelinegro ni siquiera le estaba mirando. — ¿jun?
— ¿hm? — se volvió sólo cuando sintió el peso de su mano en su pierna, tan característico de beomgyu. él no podía conducir apropiadamente si no tenía una mano apoyada en su muslo, era un acto más instintivo que otra cosa.
— ¿estás bien?
— ¿por qué lo preguntas? — ladeó un poco la cabeza.
— estás distraído.
— no es cierto.
— sí que lo es. — replicó. — ni siquiera sabes de qué te estaba hablando.
— claro que sí. — el silencio que el menor dejó le instó a continuar, pero realmente tenía razón y él no le estaba escuchando. — dijiste lo de... la playa.
— ¿qué dije de la playa?
— que deberíamos ir.
— eres un maldito.
— ¡¿por qué?! ¿no dijiste eso? — dio una vuelta cerrada e inconscientemente sus ojos se posaron en el retrovisor para ver que el asiento de ning estuviera asegurado y que ella siguiera dormida.
— ¿lo dije? — al juzgar por el silencio que dejó y por la forma en la que se cruzó de brazos, volteándole la mirada, beomgyu supo que no lo había oído. — ¿qué te pasa?
— estoy indispuesto. — musitó.
— ¿te sientes mal? — el tono de preocupación en su voz le hizo sentir mal, salvo que no en el sentido que él creía.
— no me agrada minjeong.
— ah, conque eso era lo que te ha tenido así. — sonrió, y eso sólo le devolvió a yeonjun la sensación de molestia que sentía por él y por tener que ir a la ridícula barbacoa de la ridícula de minjeong.
— sí, beomgyu. ¿qué más podría ser si no? — el menor no pudo evitar fruncir el ceño, no sólo por su comentario sino también por la forma irónica en la que lo dijo. él estaba iracundo por una razón que beomgyu no lograba descifrar.
— ¿entonces por qué dijiste que estaba bien si no era cierto? — yeonjun no dijo nada, se encogió en su asiento pero el apretón que beomgyu le dio en su pierna le hizo saber que debía responder. — yeonjun.
— no quería... tú parecías muy emocionado por venir. — venir, porque habían llegado ya. sin embargo, beomgyu no quitó los seguros y no mostró ni la más mínima disposición de salir.
— no tenías que decir que sí si no querías, ¿aceptaste sólo por mí? — no respondió. — yeonjun, mírame.
— ¿qué importa? de todas formas ya estamos aquí, no tiene caso que te cuente. — sentía que le iba a regañar por como le estaba mirando, y yeonjun se sintió pequeño.
— pudiste haberme dicho desde un principio que no querías venir.
— ¿y me habrías hecho caso?
— ¿por qué no? — la risa irónica que recibió de su parte le desconcertó, beomgyu no sabía a qué se debía tanta molestia de parte de su novio estos últimos días.
— ¿por qué no? ¿en serio tengo que decírtelo? — el menor levantó las cejas, demostrando su duda. — apenas se conocen minjeong y tú y ya se llevan de maravilla, no sería la primera vez que me ignoras por su culpa.
ahora quien rió fue beomgyu, salvo que sus carcajadas no tenían ni el más mínimo toque de ironía y le hacían sentir a yeonjun iracundo. quería golpearle la cabeza contra el volante, pero era su novio y no quería ir a la cárcel.
— ¡¿de qué mierda te ríes?! — le chisteó, tomando entre sus manos sus muñecas en lo que se acercaba, aún riéndose.
— no digas malas palabras frente a ning.
— ¿de qué recórcholis te ríes?
— así no se usa esa palabra.
— ¡beomgyu! — zarandeó sus manos entre las del menor para soltarse, pero lo tenía bien sujeto (como a los animales rabiosos, como a un yeonjun enojado) y su agarre ni siquiera flaqueó.
— ¿por qué estás tan celoso, hm? — sus facciones se relajaron cuando beomgyu lo atrajo a él y se inclinó hacía sí, reduciendo considerablemente el espacio que los separaba, sintiendo apenas el roce de sus labios. — no te ponías así en secundaria... ¿desconfías de mí ahora?
— es sólo que...— la llamada. tenía tantas ganas de mencionar lo que había oído esa noche, pero a la vez no quería. no quería hablarlo con beomgyu, ¡pero tenía que! esta vez su razonamiento fue realmente dirigido por su cabeza y se alejó de él, su acción desconcertando al castaño de sobremanera. — escuché lo que hablaste con minjeong.
— ¿lo que hablé...? — pareció no entender un momento, pero de repente fue como si recordara algo que hubiera olvidado. luego sonrió. — oh, eso.
— sí, eso. — no entendía por qué se reía, pero le molestaba. — ¿querrías explicarme qué mier... qué significó todo aquello?
— entonces sí me estabas espiando.
— voy a golpearte.
— te juro por dios que no era nada malo. — él estaba hablando en serio, sus manos que aún tenía aprisionadas por el menor se relajaron. y, una vez más, beomgyu se acercó, inclinándose un poco para buscar su mirada. — ahora no puedo decírtelo. pero esta noche vas a dormir con la consciencia tranquila.
no quería, pero sentía que decía la verdad.
— ¿puedo confiar en ti? — sonrió y depositó un rápido beso en sus labios.
— como siempre, cielo. — su sonrisa fue correspondida, porque, aunque nunca lo admitiera, yeonjun se derretía cada vez que beomgyu le decía así. antes decía "¡qué asco!" al ver parejas en la calle siendo tan melosos, pero ahora los entendía. — vamos, te vas a divertir.
— ¿tenemos que ir? — escuchó como se reía mientras le quitaba el cinturón.
— sabes lo que va a pasar si volvemos a casa ahora. — se bajó, le dio la vuelta al auto y abrió la puerta de su lado antes de encargarse de yizhuo, quien ahora estaba muy despierta y muy enfocada en mordisquear su cinturón. estando junto a yeonjun, le dio un beso y murmuró. — y mañana tienes que caminar.
rodó los ojos y se bajó. él tenía razón, y como lo odiaba por eso.
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¡ning! ★ beomjun
Randomcuidar niños no debía ser tan difícil, ¿verdad? bueno... eso era lo que beomgyu y yeonjun pensaban antes de hacerse cargo de ning yizhuo. 𝟭𝟬𝟬𝟭𝟮𝟬𝟮𝟯 © 𝗺𝗶𝘇𝗲𝗿𝗴𝘆𝘂