él estaba completamente anonadado. sentía que los ojos se le iban a salir de sus cuencas, ¡no entendía nada! tanto alboroto... ¿por esto?
— ¿tienes hambre? — la pelinegra le preguntó acercándose a ella, pasando su mano por su frente y sonriendo ante el puchero que se abultó en sus labios.
— tengo calor, yuji. — se abanicó con su mano y la contraria sólo le dio un beso corto en sus labios antes de entregarle una lata de soda.
— hey...— soobin se le acercó y le desordenó el cabello, sentándose a su lado con una lata de cerveza en una mano. ellos no sabían cómo ni por qué minjeong los había invitado, pero cuando llegaron y vieron a huening kai quemando un trozo de pollo, ninguno se atrevió a preguntar nada más allá de eso. — no las mires así, es grosero.
— ¿esa es...? — el pelirrojo las miró de reojo, dándole un sorbo a su bebida.
— jimin. es su novia. — contestó con simpleza. — ustedes se presentaron, ¿no?
— voy a terminar con beomgyu. — soobin se ahogó con su cerveza y casi la escupe toda en la mesa, pero logró contenerlo.
— ¡¿qué?!
— ¡ning! — la atención de ambos inevitablemente se desvió a la pequeña, que estaba a punto de llevarse a la boca un puñado de comida que sacó del tazón del perro. afortunadamente la bonita novia de minjeong la detuvo a tiempo.
— ella va a llorar. — dicho y hecho. las palabras de yeonjun fueron como una alarma de anticipación al escandaloso llanto de yizhuo. quizás ella pensaba: "bueno, si estaba en un tazón en el piso y sólo la cosa peluda se lo come; ¡entonces ha de estar buenísimo!".
— ¿cómo supiste...? — se encogió de hombros mientras recibía a la niña, que apenas soltó las croquetas salió corriendo a donde yeonjun estaba sentado, lloriqueando en su hombro cuando la cargó.
— suficiente tiempo cuidándola. — el menor no dijo nada, aunque le sorprendía. — ¿la quieres cargar? tengo algo pendiente.
yizhuo se enamoró de soobin apenas él le miró. en serio, esta niña parecía odiar a todo aquel cuyo nombre no fuera choi yeonjun o choi beomgyu (tal vez huening lea, pero eso era algo que ellos desconocían hasta el sol de hoy). pero cuando se trataba de huening kai y, ahora, soobin, ella se volvía un algodón de azúcar y se reía de cualquier mínima morisqueta que ellos le hicieran.
yeonjun se quedó tranquilo dejándola con él y caminó directamente a donde estaba beomgyu.
no le extrañó que, al llegar, se hiciera cargo por completo de la barbacoa, como siempre. beomgyu había nacido con el don de hacer la carne a la parrilla perfecta; él podría quemar absolutamente todo al cocinar menos una pierna de pollo asada.
con una cerveza en una mano y las pinzas en la otra, a beomgyu sólo le faltaban un par de años y una gorra de "feliz día del padre" para ser un estereotipo gracioso, aunque a yeonjun le hacía gracia verlo en su zona cuando asaba carne.
— ¿está ocupado, chef? — inmediatamente se volvió a verle cuando él se apoyó sólo por encima en una mesa al lado de la parrilla, y una sonrisa ladina no tardó en dibujarse en su rostro apenas lo vio.
— ¿viniste a pelear conmigo porque no te dije que minje tenía novia? — yeonjun le sonrió y acarició el cabello detrás de su cabeza.
— no me hagas hacerte parte de la cena.
— ¿sigues enojado? — removió un poco el carbón de la parrilla, dejó la pinza a un lado y dio un paso hacia yeonjun, enfocándose en él.
ladeó la cabeza.
— está bien...— calló y agregó. — no puedo creer que dejaste que te celara con una lesbiana.
beomgyu se carcajeó, atrayendo la atención de yizhuo.
— era más divertido de mi lado. — yeonjun rodó los ojos porque era tan estúpido y tan lindo al mismo tiempo que no sabía cómo reaccionar.
— claro que sí. — frunció los labios, mirando de reojo a la niña, que jugaba con uno de los botones de la camisa de soobin mientras él y jimin hablaban. — oye, beom... hay una cosa que he estado pensando mucho últimamente.
al notar que no lo veía, el castaño se volvió a mirar dónde estaban sus ojos.
— ¿pasó algo con ning? — negó.
— no... no, exactamente. yo sólo...— pero la convicción que había arraigado para hablarle sobre aquello que lo ha tenido tan intranquilo las últimas noches se disipó de golpe. la idea ya no parecía tan buena a como lo hacía hace unos segundos. — ¿sabes qué? olvídalo. es una tontería.
estaba a punto de marcharse, pero el agarre que beomgyu tuvo en su muñeca lo detuvo de golpe, devolviéndolo a donde estaba cuando no pudo ir más allá de un paso.
— no, ¿qué es? — apretó los labios, mirando la mano del menor que se apretaba con suavidad sobre su piel. — lo mencionaste, ahora tienes que decírmelo... ¿es algo malo?
— es una estupidez.
— entonces puedes decírmelo. — insistió, deslizando su mano hasta la del mayor, entrelazando sus dedos en busca de calmarle un poco. — no puede ser la gran cosa.
— yo ya no quiero cuidar a yizhuo. — sus facciones se relajaron de repente, demostrando nada más que sorpresa. esas sin duda eran palabras que nunca habría creído escuchar alguna vez de su parte.
— ¿qué? — fue lo único que pudo decir, frunciendo su ceño en confusión, sin comprender a qué se debía esta convicción por no cuidar más a la niña.
— no quiero...— murmuró. — ella tiene que estar con su madre, nosotros no podremos tenerla hasta que lea quiera.
— yeonjun. — él estaba siendo lo suficientemente convincente, pero, en serio, beomgyu lo conocía de toda la vida y sabía cada una de sus manías. no le podría mentir aunque quisiera. — ¿qué es lo que te molesta?
su mano se apretó en la del menor, y de repente, tuvo ganas de llorar.
— por favor, no me cuestiones... te lo suplico. — beomgyu no supo qué más decirle. escucharlo tan convencido por no querer tener más a yizhuo con ellos era algo que lo desconcertaba, pero lo que más le confundía era el tono tan triste que tintaba su voz.
— ¡beomgyu, la carne! — ni siquiera se dieron cuenta que la comida se estaba quemando en sus narices hasta que minjeong intervino, y yeonjun aprovechó esto para soltar su mano de la de beomgyu y marcharse a donde estaba antes.
dejar de cuidar a ning. ¿era eso lo que en realidad quería? sí, por supuesto. pero no por las más obvias razones, quizás.
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¡ning! ★ beomjun
Randomcuidar niños no debía ser tan difícil, ¿verdad? bueno... eso era lo que beomgyu y yeonjun pensaban antes de hacerse cargo de ning yizhuo. 𝟭𝟬𝟬𝟭𝟮𝟬𝟮𝟯 © 𝗺𝗶𝘇𝗲𝗿𝗴𝘆𝘂