Extra: El musical

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—Mi chico—dijo Juanjo abalanzándose sobre los brazos de Martin aún con lágrimas en los ojos.—Estoy super orgulloso de ti.

El corazón de Martin se derritió en aquel mismo instante al ver la reacción de su novio. Por qué sí, era su novio. Después de todas las idas y venidas que habían tenido se sentía súper feliz de tenerlo a su lado. Aún le costaba creerlo, pues no había pasado ni un mes desde que se había declarado, pero cada vez que pensaba en Juanjo como su pareja se le iluminaba la cara y salía aquella sonrisa boba casi sin poder evitarlo.

Separarse para ir a sus casas por Navidad, especialmente después de que empezasen a salir fue duro para ambos pues tenían la necesidad de no separarse nunca más. Sin embargo, ambos aprovecharon al máximo el tiempo para estar con sus familias y amigos, y como no para hacer videollamadas de horas y horas por las noches.

Martin sentía como por una vez todo iba a ir bien. Sin rayadas, sin confusiones, solo él y Juanjo descubriendo al fin lo que era el amor. Juntos y poco a poco. Como se prometieron aquella vez tras admitir que no podían seguir siendo únicamente amigos con derecho. Casi sin darse cuenta, los ojos del maño se volvieron acuosos mientras observaba a Martin con una enorme sonrisa de orgullo.

—Ay mi do no llorez, que si no lloro yo también —le dijo sonriendo y admirándole mientras le pasaba una mano por su mejilla y le acariciaba como si fuera el bien más preciado del mundo y en cierto modo para Martin lo era.

—Lo siento, lo siento. Es que verte ahí subido... Has nacido para estar en el escenario Martin, estoy seguro de que vas a conseguir todo lo que te propongas y más y yo voy a estar allí para verlo. Y no puedo estar más feliz y agradecido por ello—le respondió Juanjo mientras posaba sus manos sobre la cintura del pequeño y le dejaba un beso en la mejilla.

Estuvieron mirándose con la mas profunda admiración y respeto mutuo hasta que no pudieron aguantar más y cerraron la distancia entre ambos. Juanjo no supo quien inició el beso, pero no le importó lo más mínimo, a veces sentía que con Martin todo fluía solo, como si ambos fuesen parte de un perfecto mecanismo con engranajes que funcionaban a la par. Solo había que mantenerlos día a día y cuidarlos con mimo para que no se oxidasen nunca. Lo que en un principio había surgido como un beso profundo y lleno de amor pronto se tornó en algo mucho más apasionado donde ambos chicos mostraron la necesidad que tenían de beber del otro hasta exprimirse, este era su reencuentro tras las vacaciones de navidad. Sin embargo, un carraspeo fingido los sacó de su ensoñación y ambos se separaron con los labios hinchados y las mejillas ligeramente coloradas.

—Que sí, que estáis muy enamorados y todo eso, pero vamos que se nos hace tarde. Aún queda muchas cosas por hacer—dijo la pelirroja haciendo que la pareja volviese a la realidad.

—Aguafiestas—murmuró por lo bajo Juanjo y Martin soltó una disimulada risa, pero le reprendió dándole un manotazo en el brazo.

Los tres se dirigieron fuera del teatro donde estaban esperándoles el resto del grupo y al ver a los chicos salir cogidos de la mano Chiara se emocionó y sonrió ampliamente como si de una madre orgullosa se tratase.

—Aun me cuesta creer que esto esté pasando de verdad—les dijo a sus amigos antes de que Ruslana, Martin y Juanjo llegasen a su altura. —¡Estoy tan feliz! Hello guys—les saludó cuando llegaron y automáticamente envolvió a Martin y Ruslana en un fuerte abrazo—Habéis estado espectaculares, mis artistas que orgullosa estoy de vosotros.

—¿Crees que deberíamos decírselo?—le susurró Bea a Álvaro.

—Definitivamente, deberíamos. Porque nos vamos a ir en cinco minutos.

—Ay se me ha olvidado el móvil, ahora vuelvo—dijo Martin tras darse cuenta que el encuentro con Juanjo en el camerino le había sacado de recoger sus cosas.

Dale Miénteme - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora