Capítulo 26: Más que conocidos

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MÁS QUE CONOCIDOS

Fue un beso corto. Pero me dejó sin respiración para el siguiente. Nos volvimos a separar y nos miramos. Si lo pensaba con la cabeza fría hacíamos muy buena pareja.
Me acerqué más a ella y la besé de nuevo, mucho más lento. Nos tumbamos en la hierba y el globo que ella sujetaba con la mano salió volando.

-Qué lástima. Tendré que comprarte otro.

Ella se rió y me besó en la nariz. Pasamos un rato más juntos. Abrazados y besándonos, hasta que nos separamos un poco y quedamos boca arriba, tumbados en la hierba, mirando el cielo del atardecer. Había sido una buena tarde, mejor de lo que me esperaba. 

-¿Te apetece venir a casa?- me dijo Leah-  Mi compañera está de viaje y yo pensaba cenar un burrito y ver una peli.

-Me parece bien.

Estuvimos todavía un rato más en el parque hasta que se hizo de noche. Leah me hablaba de su familia, de sus sueños, todo era muy relajante y corría una brisa fresca.

Paseamos hasta el apartamento que estaba prácticamente igual que la última vez que lo visité. Leah empezó a cocinar y yo empecé a buscar una película que ver, las dos habitaciones estaban unidas y podíamos hablar mientras preparaba los burritos.

-Austin, ¿puedo decirte una cosa?

-Si me vas a decir que eres un extraterrestre preferiría no saberlo.

Ella se rió con mi broma.

-Qué tonto eres, no, no es nada sobre natural. Solo quiero decirte que quizá esta tarde te haya usado un poco. La semana pasada me peleé con... bueno, no era mi novio, con mi casi novio. Me quedé un poco tocada porque pensaba realmente que podríamos llegar a algo serio. Y podía haber salido de noche y haberme ligado a cualquiera, pero cuando te he visto he pensado que contigo no solamente iba a liarme y ya está. Sabía que podríamos hablar y pasar un buen rato tranquilos.

No pude evitar sonreír, en parte porque yo también la había usado.

-Creo que no te imaginas lo parecidos que somos. Yo tampoco estoy en mi mejor momento y si tú crees que me has utilizado, sinceramente yo también siento que te he usado a ti. No te lo he dicho, pero mi novia me puso los cuernos con mi mejor amigo y cuando me enteré, al día siguiente, intenté ligarme a mi compañera de piso, que me dijo que no quería estar conmigo porque yo estaba despechado y no sabía lo que quería. Y ella tenía razón. O sea, lo que quiero decir es que no ha sido una etapa fácil y yo quería alguien al que supiera que yo le gustaba para poder liarme y olvidarme un poco de toda esa mierda. Pero es lo que tú has dicho, contigo no solo he tenido eso. Hemos podido hablar, de cosas que nos interesan y hemos pasado una tarde muy agradable.  A si que tengo que darte las gracias por chocarte conmigo en la librería.

-Wow, ahora mismo no sé quien está peor de los dos.

Leah me sonrió tranquilamente y eso me tranquilizó. Por un momento pensé que ella podría enfadarse, pero no lo hizo.

-Lo que sí sé es que estos burritos ya están listos.

Trajo la comida a la mesa y cenamos mientras veíamos Misterio en Venecia. Luego nos acurrucamos en el sofá, hasta que Leah se quedó dormida. Cuando terminó la peli apagué el televisor e intentando no hacer mucho ruido recogí los platos y los fregué.
Antes de irme la miré, era un encanto, y lo había pasado muy bien con ella. Busqué un papel por la casa para dejarle una nota.
Gracias por todo Leah, espero verte pronto. Escríbeme y apunté mi número de teléfono debajo. Dejé la nota sobre la mesa del salón y cubrí a Leah con una manta que había encima del salón.

Emprendí mi regreso a casa tranquilamente y cuando llegué todos se habían ido a dormir, o eso pensaba yo.

Siempre nos quedará NYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora