MÁS CONOCIDOSDespués de que se fueran yo fui a darme una ducha. Cuando salí Tess me dijo que iba a ir a comprar los libros y yo le pedí que esperara a que me vistiera y así la acompañaba. Luca estaba preparando un trabajo para su clase de Ecología y no pudo venir y Jer había quedado con Celian.
Por el camino a la librería hablé con Tess sobre escritores. Me dijo que su escritora favorita era Sylvia Plath, no me sorprendió.
Llegamos a la tienda, era un pedazo de local de tres plantas. Verdaderamente en una librería así uno puede tirarse horas y horas. Tess estaba interesada en el nuevo libro de un escritor del cual no entendí el nombre. Mientras ella lo buscaba yo ojeaba la sección de biografías y ensayos.
No estaba muy concentrado y me choqué con una chica que llevaba cuatro o cinco libros en las manos, los cuales cayeron al suelo. La ayudé a recogerlos y cuando se los devolví no podía creer lo que veían mis ojos.
Vivía en una ciudad de ocho millones de habitantes y a veces tenía la sensación de que era del tamaño de mi pueblo.
-¿Leah?
-¿Austin?
No sabía cómo actuar. Habíamos acabado en buenos términos, ella era muy amable pero no nos habíamos visto desde que había visitado su piso.
Tess se me acercó por detrás. Ya había encontrado el libro. Las presenté.
Hubo un momento de silencio y de miradas. Eso me dio unos segundos para analizar la situación, ahora yo estaba soltero, no tenía nada que hacer y aquella chica era guapa y siendo sinceros puede ser que me hubiera gustado un poco cuando la conocí.
¿Por qué no?-Oye Leah, te apetece tomar un café y así charlamos un rato.
-Emmm, vale.
Acompañé a Tess y a Leah a la caja y luego me despedí de Tess.
Leah y yo fuimos andando a una cafetería cercana y empezamos a hablar. Ella había conseguido un papel pequeño en una película de ciencia ficción y también un personaje secundario en una serie de comedia. Estaba muy contenta, le iban bien las cosas.
Yo le conté que la NYFA era increíble y dejé caer sutilmente que mi novia y yo habíamos cortado. Ella levantó levemente una ceja y respondió con un:-Yo tampoco es que esté muy ocupada estos días, por si quieres hacer algún plan y no tienes a nadie.
Propuso comprar unos cupcakes y tomarlos en el Parque Rockefeller. Me pareció buena idea, todavía hacía sol pero no hacía mucho calor.
Nos sentamos en el césped.
-Austin, no estoy buscando nada serio.
-Yo tampoco.
No pude evitar reírme. El pelo de Leah brillaba con el sol de la tarde. Ella llevaba una falda larga azul y una camiseta gris.
Era una chica atractiva, no creo que le faltaran los pretendientes.Me levanté de pronto y le dije que esperara un momento. Fui a comprar un globo de estrella a un hombre que pasaba por el camino del parque y se lo traje de vuelta.
-Para ti.
Ella sonrió y me pidió que me volviera a sentar. Después de mirarme a los ojos me puso la mano en la mejilla. Y me besó.
De nuevo. Pero esta vez no me separé, sino que la atraje hacia mí y a horcajadas la coloqué encima mío.
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Siempre nos quedará NY
Novela JuvenilUn chico brillante de un pequeño pueblo costero dejará todo lo que conoce atrás para perseguir su sueño de ser director de cine en Nueva York, pero... ¿Quién sabe si encontrará el amor en el camino?