Siempre nos quedará NY

Capítulo 28: Hasta el infinito

HASTA EL INFINITO

Mientras comía sonó el teléfono. Lo busqué sobresaltado en la mochila pero era Tina quien me llamaba para decirme que comprara fruta de camino a casa.
Sonó dos veces más pero sólo eran ofertas y Tess que me preguntaba qué día iría al club de cine.

Cada vez que me llamaban se me hacía un nudo en la garganta.

Ya iba a entrar en clase y Jeremiah no me había enviado ni siquiera un mensaje.

Salí de la academia. Nada.
Compré la fruta. Nada.
Al fin llegué al apartamento. Pero solo Luca había llegado. Empecé a preparar arroz y salchichas para comer y entonces sonó el teléfono.
Sonó exactamente igual que las otras veces pero dentro de mí sabía que esta vez era él. Descolgué.

La voz me temblaba cuando empecé a hablar.

-¿Jer?

-Austin. Me dijeron que me llamaría para darme los resultados. Pero en lugar de eso me han dicho que vaya al salir de la universidad. No sé qué puede significar. Me tiembla todo el cuerpo Austin.

-Voy para allá. Espérame. Iremos juntos al hospital. No pasa nada, siéntate y espérame.

No sabía si los otros estaban al tanto de todo el asunto. Seguramente no. Así que dije que iba a comer con unos amigos de la academia que había decidido quedar y que la comida ya estaba hecha.
Salí pitando escaleras abajo.
Corrí por las paradas del metro, por las avenidas y por todo el campus hasta que llegué a donde estaba Jeremiah.

No cruzamos palabra y emprendimos el camino hacia el hospital.

Llegamos allí y nos dirigieron hasta una consulta al final del pasillo. El médico me pidió que esperara fuera y me senté en un sillón de espera frente a la puerta.

No podía pensar en nada, no podía imaginarme lo que estaría diciendo el médico.

La puerta se abrió, el doctor se despidió de Jeremiah pero él ni siquiera se giró. Tampoco me miró. Solamente siguió andado pasillo abajo como impactado. Lo seguí y me puse a su altura.

-¿Qué pasa? ¿Qué te han dicho?

No me habló hasta que no salimos afuera.

-El tumor es maligno.

Sentí como si me hubiera clavado un puñal.

-Te darán quimioterapia ¿no? o te operaran. ¿Qué van a hacer?

-Podrían darme quimioterapia. Pero es cáncer de pulmón. No saben exactamente como reaccionará, como de rápido o como de lento. Pero podrían operarme ahora que todavía no hay metástasis en otros órganos, el problema es que tengo el pulmón muy afectado.

-¿Por qué?

Aunque ya sabía el por qué, pero quería escucharlo de su boca.

-Empecé a fumar cuando tenía dieciséis, fumaba de todo. No lo pude dejar hasta casi llegados los dieciocho. El pulmón está afectado por eso. Es posible que si me operan tarde más de lo normal en cicatrizar y que me cause más problemas que en un pulmón sano.

-Bueno, tendrás que pensártelo con cuidado. Es una decisión importante. Pero me tienes para todo y...

-Ya les he dicho que me operaría. No quiero pasar por la quimioterapia. No puedo.

-Jer, quizá con la quimio...

-No quiero, no quiero ser un fantasma durante meses, puede que años. No quiero ver como empeoro cada día. Me operan el lunes que viene.