26- Reencuentro

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Jimin se encontró a si mismo en el suelo de lo que pudo identificar como una habitación. Su cuerpo se sentía pesado y su vista borrosa. No recordaba mucho después de que el y sus hijos fueron subidos en la camioneta.

- Ya se están pasando los efectos - el peli negro buscó a su alrededor encontrando a un rubio frente a él

No lograba enfocar su vista, todo a su alrededor daba vueltas. Estaba mareado. Desconcertado, y le era imposible ignorar el sueño que estaba sintiendo. Estaba agotado

- Llevas dormido mucho rato, pensé que se habían pasado con los sedantes - volvió a oí - Me alegra que estés bien Jimin

BamBam

Logró recordar al dueño de aquella voz y cerrando sus ojos por un momento mientras movía su cabeza un poco, en un intento de mejorar sus sentidos. Al abrir los ojos logro ver mejor al chico frente a él, la imagen era triste pero en cierto punto le calmaba saber que no estaba solo. BamBam no estaba en buen estado, si piel se notaba mucho más golpeada y seca que la ultima vez que lo había visto. Ahora que lo pensaba, hacía días de eso.

- Mis - se tomó un segundo para aclarar su garganta - ¿Donde están mis cachorros?

- Te refieres a los tres niños que trajeron? - Jimin se permitió asentir levemente, le dolía todo - No lo sé, Taemin dio órdenes de llevarlos a otra habitación

- Necesito encontrar a mis cachorros - dijo el peli negro aún mareado

- No creo que puedas ir a ningún lado Jimin - dijo BamBam después de estar en silencio unos segundos, Jimin lo miró sin entender a lo que se refería y BamBam hizo un movimiento con su cabeza haciendo que Jimin bajase la mirada dándose cuenta de su estado actual.

Su cuerpo, que al igual que el de BamBam, se encontraba totalmente encadenado a la cama. Sus manos y piernas estaban contenidas por cadenas de hierro alrededor de sus muñecas y sus tobillos. Sus ojitos avellanas se cristalizaron al momento, su cuerpo comenzó a temblar y su los aullidos de su lobo eran bastante audibles para él. Sabia que debía mantener la calma o tendría un ataque de pánico sus hijos lo necesitaban.

...odiaba ser omega...

...odiaba ser débil...

...odiaba su pasado...

...su vida...

...odiaba todo...

...menos a su familia....

La puerta del cuarto fue abierta y el repugnante olor de Taemin se hizo presente. BamBam bajó la cabeza, no tenía permito mirar a los ojos de su amo. Jimin en cambio, movió sus ojos avellanas llenos de lágrimas hacía el alfa con odio. Todo el medio que sentía se esfumó al verlo entrar en la habitación. Ese hombre se había metido con sus hijos y había arruinado su vida, solo podía sentir odió, desagrado y puro asco al verlo.

- ¿Donde están mis cachorros? - preguntó entre dientes

Taemin solo lo observó y luego elevó las comisuras de sus labios - Veo que ya empezaste a llorar Mimi

- ¡Hijo de puta! ¿¡donde demonios están mis hijos!? - volvió a decir

Taemin se acercó al pelinegro, agachándose una vez frente a él para estar a su altura. Sus miradas se cruzaron por unos minutos que para Jimin parecieron eternos. La mano del alfa se elevó hasta llegar al cabello del omega e inesperadamente jalar de este hacia atras, haciendo que el chico soltara un jardeo de dolor y levantara un poco más la cabeza.

El es mi alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora