21. No voy a llorar más.

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(Misako Higurashi)

No dormí en los dormitorios.

Es más, ni siquiera dormí.

Estuve toda la noche llorando en los baños. Si, es un poco ridículo, pero realmente me había destrozado ese chico de verdad lo quería y tal vez minimice como me sentiría si pasaba lo que pasó.

Estaba tal vez un poco desorientada y sin ánimos de nada, no había hablado con nadie, ni siquiera sabía que iba a hacer con Kuroo, solo quería desaparecer y dejar de sentir, ya eran las siete de la mañana, los equipos ya debían estar entrenando y yo ni siquiera tenía energías.

"No dejes que nadie nunca apague tu brillo"

La voz de mi madre resonó en mi cabeza y como si la hubiera invocado mi celular sonó, cuando vi que era una llamada suya conteste sin pensarlo.

—Alo, ¿hija?— el solo hecho de escuchar su voz me hizo sollozar.

—Mamá...—Dije sollozando.

—Misako ¿Que paso estás bien?_Dijo desde el otro lado preocupada.

—No...

—¿Qué tienes mi niña?— Solo eso me hizo romperme.

—Me destrozaron mamá...—dije con la voz rota- sigo viva pero me destrozaron.

—¿Un chico...?—La escuché un poco confundida

—Si...—Hable demasiado destrozada- de verdad lo amaba...—Dije intentando controlar las lágrimas que salían de mi.

—Hay mi niña—la escuché un poco triste al escucharme así—¿Sabes algo?

—¿Que...?

—¡A la mierda todos los hombres!—exclamo— no dejes que esto te destruya eres una mujer fuerte por que eres mi hija y una Higurashi y sabes que las...

—Higurashis nunca nos rendimos—complete la frase por ella.

—¡Exacto!, así que arriba esos ánimos, pronto nos veremos mi niña, te quiero mucho.

—Yo también...

Y con eso colgó.

Y para ser sincera esas eran las palabras que necesitaba, tal vez la única que podía decirlas era ella y nadie más.

Gracias mamá.

Así que decidida me levanté de ahí y me dirigí a las habitaciones, tome mi ropa de entrenamiento y me dirigí a las duchas, me mire en un espejo, me miraba fatal, puse música a todo volumen en mi celular para animarme mientras me duchaba y cantaba a todo pulmón.

Me deje el cabello suelto y me cambié, me quite mis lentes y me dirigí a la cafetería, tome un poco de comida y desayuné.

Finalmente me dirigí al gimnasio y antes de entrar si un largo suspiro.

Todos me voltearon a mirar pero ignore todo y me dirigí al entrenador Ukai y el profesor Takeda y les ofrecí una disculpa por la tardanza antes de ir a calentar.

Sentía una mirada sobre mí era la de Kei pero la ignoré y seguí calentando, me había animado y creo que todos lo notaban por que me miraban demasiado. Incluso estaba más concentrada, al jugar en la cancha salve más balones de los que creí poder salvar y todo el equipo me felicitaba.

(Tsukishima Kei)

Me había ignorado.

En realidad lo había hecho, pero yo me lo había buscado.

Desesperada perdición (Tsukishima x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora