Desesperada perdición (Tsukishima x ti)

4. Que frustración.

(Advertencia, Misako jugará en el lugar de Enoshita)

(Misako Higurashi)

—Oye Kuroo

—¿Qué?.

—¿Prometes que nunca me dejaras?.

—Lo prometo, mi cereza.

Eso paso una noche después de una pelea que tuve con mi madre, yo me escape de casa y Kuroo me encontró llorando en el parque, después de ese día el era quien siempre me consolaba cuando mi madre me hacía sentir mal, que era seguido, pero al parecer yo fui quien lo dejo solo a él.

—Oye, ¿estás bien?.

Kageyama llamo mi atención, al parecer ya era hora de almuerzo y yo me había quedado dormida en el pupitre, tenía algunas lágrimas que rápidamente me seque.

—¿Qué haces acá?.

—Iba pasando y alcance a verte acá sola en el salón, ¿No vas a salir con tus amigas?.

—No tengo, ni tampoco tengo con quien salir ahora.

—Ya veo, ¿Quieres venir a comer conmigo?.

—Oh, claro— sonreí.

Saque mi almuerzo y caminamos al patio de la preparatoria, nos sentamos y comencé a comer, traía curry que había preparado con mi padre esa mañana, Kageyama traía bolas de arroz.

—¿Por qué llorabas?.

—Es…, complicado.

—Entiendo.

—¿Quieres un poco?— le ofrecí un poco de mi curry.

—Gracias.

El acepto y comenzó a comer un poco y me ofreció también un poco de su comida.

—¿Cómo vas con el rápido de Hinata?.

—Mas o menos, a veces no nos sale bien.

—Comprendo, mañana es el partido.

—¿Nerviosa?.

—No al final no creo que me permitan jugar, por eso estoy un poco relajada, cosas de ser mujer.

—Espero que puedas jugar.

—¿A qué te refieres?—pregunte confundida.

—Hay un jugador del cuál creo que te gustaría recibir sus saques.

—Vaya, estaría genial.

Sonreí pero en el fondo estaba segura de que no jugaría.

—Quien iba a pensar que el rey podría hablar con los plebeyos.

Suspiré volteando los ojos.

—Yo no creía que hubiera oxígeno en el espacio, pero ya ves tu eres la prueba de que si lo hay y eso es solo un invento de la NASA.