Desesperada perdición (Tsukishima x ti)

18. Me gustas tanto...

(Misako Higurashi)

Al día siguiente al despertar ya no me encontraba en los brazos de Kei, eso me hizo cuestionarme si todo realmente había sido un sueño y por un momento me sentí un poco vacía.

No lo fue...

Sabía que no y eso me ponía nerviosa, prácticamente le había dado un beso en la superficie de los labios y me había dormido en los brazos de Tsukishima, sentí como me sonrojaba ligeramente y solo solté un suspiro antes de sentarme en mi saco y percatarme que ya no había nadie en la habitación, me había levantado un poco tarde por lo que rápidamente fui a las duchas, me bañé y me puse ropa de entrenamiento.

Me dirigí lo más rápido que pude a la cafetería y me servi un poco de comida, extrañamente ese día me sentía de buen humor y comí todo lo que había en mi plato, eso solo me hizo sonreír, definitivamente Kei causaba algo en mí... Y era bueno.

Al llegar al gimnasio ya varios equipos estaban entrenando, por lo que me acerque para disculparme con el entrenador Ukai y el profesor Takeda por la tardanza, ellos no se enojaron en cambio me dijeron que comenzara a estirar, comencé a calentar para luego seguir rotando con Nishinoya el resto del día y cuando estaba estirando los músculos mi mirada se encontró con la de Tsukishima por un momento.

Y me sonrió.

¡Me sonrió!

Eso hizo que me sonrojaras un poco y rápidamente aparte la mirada, mi corazón latió rápido y solo suspiré, en ese momento alguien tocó mi hombro y me di la vuelta para mirar a Kuroo.

—Buenos días mi Cerezo...—me dijo con una sonrisa.

—Hola kuroo—Lo saludé devolviéndole la sonrisa para abrazarlo.

—Espero que tengas un buen entrenamiento... Te veo de buen humor

—Gracias... Si, solo dormí demasiado bien anoche—Le respondí mientras estiraba un poco los brazos

—Espero que hoy no rechaces mi invitación a entrenar—dijo con un puchero que lo hizo ver gracioso.

—Hoy iré... Lo prometo gatito—Solia llamarlo así cuando estaba pequeña así que el se sorprendió por un momento para luego asentir con una sonrisa e irse.

Pronto entre a la cancha y al parecer todo nos estaba saliendo un poco mejor... Habíamos perdido unos cuantos sets pero no tantos como los días anteriores.

[...]

Estábamos jugando contra el Fukorodani, estábamos a un punto de ganar por lo que tuve que concentrarme al máximo, pues Bokuto era muy bueno con sus remates, momentos atrás había intentado recibir algunos de sus remates pero no había podido, está vez mi hermano había intentado recibir el último remate el cuál se salió de control.

Yo corrí tras el balón lo más rápido que pude, finalmente me lancé y lo devolví al juego pero me golpeé contra algo.

Me quedé ahí un momento hasta que sentí como en entrenador Ukai me ayudaba a levantarme.

—¿Misako estás bien?—Me pregunto Kiyoko acercándose

—Si-i...—respondí un poco mareada

—Hay que llevarla a la enfermería—escuche decir al profesor Takeda.

No entendía bien que pasaba pues me había pegado un poco fuerte y estaba mareada, hasta que por un momento sentí como alguien me alejaba del entrenador y me cargaba en sus brazos.

—Yo la llevó...—dijo la voz de quién me cargaba.

—¿Estás seguro?, vas a perder un poco el entrenamiento— Pregunto el profesor Takeda.