(Misako Higurashi)
Faltaban tan solo veinte minutos para la hora de almuerzo y no sabía que hacer, pedí permiso para ir al baño con la excusa de que estaba enferma.
Salí al pasillo casi corriendo, entre al baño de chicas dirigiendome a un cubículo vacío para entrar y cerrarlo con seguro, de nuevo un ataque de pánico me estaba invadiendo, me senté e intenté respirar profundo para calmarme pero no lo conseguía.
Estuve un rato ahí en la misma situación, la hora de almuerzo tendría que haber comenzado hace algunos minutos y como estaba en uno de los baños lejos de las aulas casi nadie iba allí, así que estaba completamente sola.
Sentía que me faltaba el aire y el corazón me iba a mil, escuché como la puerta del baño se abría, como acto de reflejo me tape la boca y levante los pies para que no me vieran, si alguien me encontraba así lo más probable sería que informaran aquello con los profesores y de paso llamarán a mi padre y lo que menos quería en ese momento era darle problemas a él y a mi hermano.
Lágrimas brotaban de manera incontrolable de mis ojos, estaba demasiado asustada, hasta que escuche la voz de la persona afuera del cubículo.
—Mierda— soltó frustrado
Al reconocer la voz, abrí la puerta del cubículo y el me miró por el espejo, al ver mi estado se volteó e inmediatamente se acercó preocupado.
—¿Que te paso?— pregunto asustado
—N-no pu-puedo respirar Tobio— Dije casi en un susurro
El pareció comprender casi al instante y se cunclillo frente a mi tomando mis manos.
—Calma y respira profundo, sabes que todo va a estar bien, no estás sola.
El se levantó y me abrazo yo solo pude reposar mi mentón sobre su hombro mientras con ambas manos sostenía su camisa del uniforme.
Comencé a respirar profundo, la compañía de Kageyama se sentía bien, estuvimos así como por tres minutos hasta que logré calmarme y nos separamos.
—¿Estas bien?— solo me limité a asentir
Con su ayuda me acerqué al lavabo y me lave la cara, me veía fatal.
—¿Quieres ir a otra parte?—pregunto tocando mi hombro
—Si...
Quería ir donde nadie me viera y eso era la azotea. Allí nadie iba nunca, Kageyama me acompaño en silencio todo el tiempo, los baños donde estábamos estaban cerca de la azotea así que no tardamos en llegar.
Le pedí que me dejara sola y el se fue no sin antes intentar darme un poco de ánimos.
La azotea era demasiado grande y alta, tanto que desde cierto ángulo se podía ver el resto del instituto, me sobresalte al sentir una mano en mi hombro.
—¿Olvidaste algo?— pregunté pensando que era Kageyama
—No, pero tú olvidaste nuestro trato...
Me di la vuelta y me encontré con los ojos dorados del rubio, su expresión paso de ser burlona a una de... ¿preocupación?.
—¿Que te paso?
—Nada...
—¡¿Como que nada?!, ¿Quien fue?— dijo esta vez en un tono de molestía
—Nadie, déjame en paz
—Es hora de almuerzo y—lo interrumpí
—No me apetece comer, gracias.
Me di la vuelta para salir de ahí pero la mano del poste tomo mi muñeca y de inmediato espere lo peor, alguna amenaza o algo pero lo único que vino de su parte fue:
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Desesperada perdición (Tsukishima x ti)
FanficUna adolescente obsesionada con el voleibol, ingresará a la escuela Karasuno, convencida a dedicar su tiempo a este deporte, ella da inicio a su primer año en la preparatoria y así su meta de ser una de las mejores jugadoras, pero el problema es que...