Capítulo III. Fuego Nuevo

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El alfa se dirigió a la habitación de su madre, se encontraba sola preparándose para la ceremonia, se acercó con pasos firmes, su semblante es seguro pero por dentro siente una gran preocupación, sabe que es poco probable convencerla ahora que se ha hecho la idea del joven guerrero, pero debe intentarlo por el bien y tranquilidad de su hermano y de su gente.

-Madre ¿cómo te encuentras?

-Hijo mío, ven acércate, estoy regocijante de felicidad, el día de hoy tu hermano se convertirá en el gran gobernante que está destinado a ser, y tú te convertirás en su principal apoyo, hijo ustedes siempre deberán cuidar el uno del otro para poder proteger a nuestro pueblo.

-Lo sé madre, conozco bien mi deber, por eso tengo que hablar contigo de un asunto importante.

Jihyo volteó y lo miró, sabe muy bien el tema que tratarán.

-El prisionero que escapó, he comprendido que él tiene un destino marcado, sé bien que no quieres que despose a Taehyung pero es importante no interferir, ellos...

-No tienes que decírmelo Jin, se perfectamente que son destinados, pude darme cuenta con su mirada, sé también que tu hermano lo ayudó a escapar, es algo que sólo él se atrevería a hacer.

-Entonces por qué sigues negándote a escuchar las órdenes de mi madre.

-Porque no es correcto, aunque sean destinados él jamás será leal a nuestro gobernante, nuestra gente jamás será importante para él, nos volverá débiles a los ojos de la alianza porque aceptamos a un traidor.

-Pero madre...

-Escúchame bien, aceptaré que él viva en nuestra casa, que intenten enseñarlo, pero no permitiré que despose a tu hermano, no permitiré que le den tanto poder y es mi última palabra.

-Entiendo madre- no quería alterarla más, al menos no ese día.

-Entrégale el mensaje a Taehyung, estoy segura de que se alegrará de escucharlo.

Jin dio un beso a su madre en la mejilla y se retiró en busca de su hermano. Después de una hora de buscarlo por toda la ciudad lo encontró, como siempre que estaba nervioso, dando un paseo por su jardín en la parte alta de la montaña.

-Hermano, he traído buenas noticias.

El menor volteó y corrió a abrazarlo, pronto sería imposible repetir la acción, suspiró su aroma que siempre le llenaba de tranquilidad, apretó un poco más el agarre antes de soltarlo, dejó un beso en su frente y sonrió ampliamente, su hermano repitió la acción y acarició su cabello con suavidad.

-Dime, qué pasa.

-Primero, quiero saber ¿por qué lo hiciste?

El menor continuó caminando por el jardín mientras rozaba con las yemas de sus dedos los pétalos de sus preciadas flores, tan hermosas y diversas como cada persona de su nación. Sonrió con picardía y preguntó con un tono burlón -¿Hacer qué? No sé a qué te refieres.

El mayor, que lo seguía, sonrió con diversión ante el cuestionamiento, conoce mejor que nadie a su hermano, él sabe perfectamente a qué se refiere. -El prisionero, Tae, por qué lo liberaste, ¿qué hiciste con él?- Ya conoce esa información, Yoongi se lo contó todo, pero quiere escuchar de su boca sus motivos.

Taehyung volteó, se cruzó de brazos y echó a reír con su cabeza hacia atrás, lo atraparon. -Está escondido, en un lugar que jamás podrán encontrarlo.

Jin se puso más serio, ama a su hermano, pero necesita saber las razones por las que éste decidió defender al prisionero, se supone que él no sabe nada, no conoce la historia. -Estoy hablando en serio Taehyung, ¿por qué lo liberaste? Confiaste en un prisionero desconocido poniendo en riesgo a tu familia, a tus amigos, a la gente en general, no sabes nada de él, no viste cómo defendió a su rey.

Flor de JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora