Taehyung es un alfa a punto de asumir el cargo de Huey Tlatoani, Jungkook es el guerrero más fuerte que haya conocido, pero es un prisionero de guerra. ¿Qué pasaría si el Tlatoani decide desobedecer las reglas? Sólo el Sol sabe el destino de ambos.
...
Pasaron algunos días en los que la familia real se mantuvo en su palacio, Seokjin de vez en cuando salía para hacerle saber a la gente que estaban bien y se encontraban trabajando, pero era sólo para mantener la tranquilidad entre la población.
Taehyung no quería levantarse, no había comido, Jisoo estaba peor, ni siquiera recibía la visita de sus hijos, el resto trataba de llevar las cosas lo mejor posible, intentando mantener el hogar y la ciudad en funcionamiento. Incluso Namjoon y Jimin se mudaron al palacio para estar al pendiente de sus amigos y de Jisoo.
-Kook, deberías sacar a Taehyung, que tome aire, llévalo al lago, a su jardín en la montaña, hace mucho tiempo que no visita sus flores.
-Nam, lo he intentado pero no quiere, de verdad no hay nada que pueda hacer para convencerlo, está muy mal.
-Intenta, incluso si tienes que obligarlo, entiendo que lo que pasó fue terrible, pero debe ponerse de pie, hay una ciudad entera que lo necesita, debemos buscar a Hoseok, hablar con Soobin, saber lo que pasó con Jeong Yeon.
-Ahh, está bien, lo intentaré, pero no prometo nada.
-De acuerdo.
Se levantó de la mesa y se encaminó a la habitación del Tlatoani, con pasos quedos entró y se puso de rodillas para gatear hacia el petate en el que se encontraba el alfa, cubierto por la sábana. Se acercó y se acostó de lado para abrazarlo, pasó sus brazos por su cintura y dejó algunos besos en su espalda, al llegar a su nuca aspiró su aroma que se había vuelto amargo, dejó un último beso y comenzó a soltar feromonas que lograron despertarlo.
-Mi amor, es hora de despertar.
-Jungkook- susurró entre suspiros -no quiero, déjame quedarme un poco más.
Apretó el abrazo pegando su pecho a la espalda ajena. -Tae, no puedes seguir aquí, necesitas salir de la cama.
-Ahora mismo no quiero, no quiero ver ni escuchar a nadie, por favor...
-No es necesario eso, ven conmigo, seremos solo tú y yo, solo quiero que tomes un poco de aire fresco.
-No...
-Por favor, alfa, te necesito conmigo.
Taehyung exhaló y acarició las manos que lo sostenían, asintió y deshizo el abrazo para levantarse lentamente. Se estiró y dejó un beso en la mejilla de Jungkook, se puso de pie y se vistió con una sola prenda que cubre su cintura, extendió su mano hacia el omega quien la tomó gustoso y salieron por la puerta trasera que da al patio de entrenamiento.
Caminaron cautelosos de que nadie los viera, cuando dos guardias hicieron el amago de acercarse, Jungkook les hizo señas para que los dejaran solos. Siguieron caminando hasta salir del palacio, pasando por el camino de flores de Jisoo, que empezaban a marchitarse, y hasta encontrarse con el hermoso valle con una inmensa montaña en el fondo.
Caminaron en silencio por la hierba, de vez en cuando se detenían para respirar profundo, para admirar el paisaje y Jungkook abrazaba a Taehyung que comenzaba a llorar se tranquilizara. Repitieron aquellas acciones por un par de horas y al fin llegaron a la base de la montaña.
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