Taehyung es un alfa a punto de asumir el cargo de Huey Tlatoani, Jungkook es el guerrero más fuerte que haya conocido, pero es un prisionero de guerra. ¿Qué pasaría si el Tlatoani decide desobedecer las reglas? Sólo el Sol sabe el destino de ambos.
...
Por la noche Hoseok salió del palacio para caminar bajo las estrellas por el patio de entrenamiento. Decidieron que él se quedaría por esa noche en el lugar por si acaso la pareja de nuevos padres llegara a necesitar algo, además, para vigilar la salud del Tlatoani que acaba de despertar, sólo porque no quieren volver a llevarse un susto con él.
Mueve sus pies sobre la tierra, sintiendo las pequeñas piedras incrustarse en sus plantas, pero no le importa, no duele. De vez en cuando dirige su mirada al cielo y suspira pensativo, perdiéndose en el infinito firmamento. En algún lugar del patio escucha algunos ruidos y rumores, parecen personas platicando y se acerca poco a poco.
No es su naturaleza ser chismoso y escuchar pláticas ajenas, sin embargo, con todo lo que ha pasado es preferible saber lo que pasa en el palacio, y por qué habría alguien que sabiendo eso decide mantener conversaciones privadas en un lugar tan extraño.
Intenta hacer el menor ruido posible para no ser descubierto, las voces se vuelven un poco más claras pero no logra descifrar a quien pertenecen, ni siquiera si son hombres o mujeres. Se queda parado pegado a la pared en la que se forma una vuelta, del otro lado están las personas y permanece atento a la conversación.
-Bien, entonces ya sabes lo que debes hacer.
-Quiero eliminarlo, ese maldito llegó aquí y tendrá todo por lo que yo me he esforzado.
-No seas estúpido, tu no has hecho nada más que obsesionarte con Taehyung, fui yo quien te preparó y te ha protegido para no ser descubierto.
-¿Y qué ganarás tú? No es como que vayas a casarte y gobernar todo lo que les pertenece a ellos.
-No me subestimes, ella aún me ama, ha sido fácil manipularla.
-Apuesto a que no te amará si se entera de que le has estado mintiendo.
-No te metas en asuntos que no te incumben, y no seas tan imbécil como para intentar amenazarme, obtendrás lo que quieres y yo también, no pongas a prueba mi paciencia.
Y fue entonces que logró reconocer las voces, sintió una gran preocupación, quiso retroceder para correr y contarle lo que ha escuchado a todos, pero tropezó y cayó de espalda provocado un sonoro golpe.
Quienes se encontraban hablando dieron la vuelta y lo encontraron, Hoseok siempre supo que ella suponía una gran amenaza para su familia, su ciudad, su pueblo, pero jamás dimensionó que lograría idear un plan tan detallado, ni cómo, ni con quien lo haría.
-Llévenselo, desháganse de él.
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-Amor, espera, deja que coma.
-Perdón amor, es que me encanta su olor combinado con el tuyo, quiero tenerlo cerca de mi todo el tiempo, es tan pequeño que no quiero separarme de él u segundo, debo protegerlo tanto.
Yoongi sonrió y alargó uno de sus brazos para acariciar el rostro iluminado del alfa que los observa con adoración.
