Jungkook llegó a su nuevo hogar, Jimin y Namjoon lo esperaban en la entrada sonrientes, ambos acordaron que sería buena idea tener un poco más de compañía, además, se habían propuesto acercar a la próxima pareja, y ya que Taehyung se encontraba tan ocupado, incitar a Jungkook a permanecer cercano y no rendirse parecía la mejor opción.
En realidad no era la primera vez que Jungkook se sentía tan fuera de lugar. El nació en una familia amorosa, fue el único hijo de un matrimonio entre dos hombres fuertes, un alfa puro y un omega de la nobleza.
Ambos trabajaban para el rey, eran parte de su ejército y juntos ganaron muchas batallas en defensa de su nación, hasta que se vieron sumidos en una guerra con el pueblo vecino, en la que no salieron bien librados.
Se adentró en la casa siguiendo a Jimin y Namjoon, lo guiaron hasta el cuarto en el que podría instalarse y lo dejaron solo para permitirle reconocer el lugar mientras ellos se encargaban de la cena.
Se sentó en el piso dirigiendo su mirada a la ventana del fondo, por ella se podía observar el reflejo de las estrellas y la luz de la luna que se deformaba por las ondas del lago, suspiró y se resignó a la actitud de Taehyung, no puede hacer nada más si el gobernante lo quiere lejos.
-Jungkook, Nam y yo vamos a cenar ¿quieres acompañarnos?- La voz de Jimin lo sacó de sus pensamientos.
-No quisiera causar más molestias, gracias.
-Anda, ven, es tu primera noche aquí, bueno la segunda, pero ya sabes... acompáñanos y hablemos un poco.
-Bien, ahora voy.- No tiene muchas ganas de interactuar con ellos en ese momento, pero tampoco quiere ser descortés, después de todo ofrecieron recibirlo en su casa cuando les contó acerca de la petición del Tlatoani.
Salió de su habitación y se dirigió al lugar en el que el matrimonio se encontraba a la espera de su presencia para poder cenar. Al verlo ambos sonrieron e hicieron el ademán con sus manos de invitarlo a sentarse con ellos.
-Gracias por esto, no debieron molestarse- dijo sentándose en su petate.
-No es ninguna molestia Kook, para nosotros es un honor tenerte como nuestro invitado.
-Les prometo que no daré muchas molestias y encontraré un lugar para vivir muy pronto.
-Jungkook, no te preocupes, de verdad nos hace felices que confiaras en nosotros para pedir asilo, puedes quedarte todo el tiempo que quieras.
-De verdad se los agradezco.
Ambos asintieron y comenzaron a servir sus alimentos en sus cuencos, la comida estaba recién hecha, se podía ver el humo salir aún de los recipientes y las tortillas emitían un exquisito olor a maíz. Se sumieron en un momentáneo silencio, algo cómodo para todos, especialmente para el guerrero que por un momento se sumió en sus propios pensamientos, hasta que Jimin decidió volver a hablar.
-Kook, platícanos más de ti, cómo era tu vida en ese otro lugar antes de que...
-Jimin por favor, no seas tan imprudente- dijo Namjoon en un tono elevado golpeando con poca fuerza el brazo del omega.
-No, está bien, no me molesta, en realidad me daría gusto hablar con alguien más sobre mi vida en aquel lugar, hace mucho tiempo que no traigo de regreso mis recuerdos.
-¿Lo ves? anda, cuéntanos.
Jungkook rió y sorbió un poco de agua antes de comenzar.
-Yo nací en un matrimonio de guerreros, tuve una vida muy feliz, mis padres me amaban y me enseñaron muchas cosas, eran muy cercanos al rey, sus mejores elementos a decir verdad, pero un día hubo una fuerte guerra con un pueblo vecino y ellos no regresaron- tragó con dificultad el nudo que se formó en su garganta - yo tenía siete años cuando me quedé huérfano, entonces el rey me adoptó, me brindó un hogar y me formó como un fuerte y leal guerrero, pero en realidad jamás me sentí a gusto en ese lugar.
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Flor de Jade
FanfictionTaehyung es un alfa a punto de asumir el cargo de Huey Tlatoani, Jungkook es el guerrero más fuerte que haya conocido, pero es un prisionero de guerra. ¿Qué pasaría si el Tlatoani decide desobedecer las reglas? Sólo el Sol sabe el destino de ambos. ...