Hace unos años, mi familia y yo atravesamos un momento muy complicado en términos financieros. Reconozco que frente a todas las dificultades que se avecinaban no sabíamos qué íbamos a hacer. En ese momento mi corazón se llenó de temor y angustia. Sin embargo, una vez más el Señor intervino, nos ayudó a salir adelante, y abrió nuevas puertas para nosotros.
Seguramente, tú también has atravesado momentos difíciles en los que has visto la intervención de Dios. Yo nunca podré olvidar esos duros años, pero tampoco podré olvidar cómo Dios, una y otra vez, obró de manera milagrosa.
¿Puedes recordar algunos de esos momentos? Y, ¡cómo Dios obró a tu favor! Recordarlo, nos sirve de testimonio de que Él volverá a obrar, y a intervenir en la situación presente. Si lo hizo una vez seguramente lo hará infinidad de veces más.
¡Dios nunca falla! El no dijo que no pasaremos por pruebas, sino que Él estaría con nosotros en medio de ellas. Mira lo que dice Isaías 41:10 (RVR1960): “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Dios está contigo; ya lo demostró una vez, confía en que lo hará nuevamente.
Entonces, es momento de levantarte con fe, creyendo que Él intervendrá. Si abrió camino en el desierto y movió montañas una vez, ¿no crees que lo hará de nuevo?
¡Te aliento a esperar en el Señor! Y mientras esperas, recuerda su fidelidad y su cuidado para contigo a través de los años.
Oremos: “Señor Jesús, te doy gracias porque puedo descansar en tu fidelidad. Gracias porque sé que estás conmigo en la situación en la que me encuentro, lo hiciste antes y confío en que lo harás de nuevo. En tu nombre Jesús. Amén”
No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!
Esta prédica no es mía, pero tiene un gran mensaje y lo quería compartir con ustedes.
Los espero en lo comentarios y su estrellita que es muy importante!!!
