¿Cuál crees que es el regalo material más grande que alguien podría hacerte?Llevo unos días viendo una serie en inglés, en español, el título sería algo como “Creadores de Casas de Ensueño”. En este programa, los directores de una compañía de diseño de interiores van a casas de clientes que necesitan ayuda para cambiar una parte de sus casas, o incluso para renovar sus casas enteras.
Me encanta ver el proceso de remodelación, y cómo una parte de la casa que antes se veía anticuada, oscura, incómoda… se convierte en un lugar precioso, luminoso, bien decorado, funcional. No te puedo explicar muy bien el porqué, pero ¡me produce una sensación tan especial ver las casas renovadas y con un diseño tan perfecto!
El lema de esta compañía es que no hacen solo renovaciones, sino que diseñan espacios en el que las familias crearán recuerdos que les acompañarán por el resto de sus vidas. ¡Me encanta este enfoque!
Creo que a todos nos gustaría tener una buena casa. Este deseo no es una casualidad: es algo que nace en el corazón mismo de Dios, al igual que el deseo de crecer en un hogar sano, con una familia que esté llena de amor y que sea cariñosa.
Él desea que puedas tener una casa preciosa aquí en la tierra, pero sobre todo, Él te ha preparado una casa increíble en el Cielo. Esto es lo que dijo Jesús a Sus discípulos: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros...” (Juan 14:2) . Algunas versiones traducen el término “moradas” por “casas”, o incluso por “mansiones”. ¿Puedes imaginarte estar en el Cielo en una casa de ensueño, enorme, que además ha sido preparada, diseñada por Jesús mismo para ti? ¡Wowww! Yo sí =)
Angélica, Dios tiene preparada una casa en el Cielo que es perfecta para ti. No eres un huérfano ni un vagabundo: eres un hijo de Dios, y tienes un Padre que te ama, y una Casa en el Cielo que te espera. Y aquí, mientras tanto, Él está remodelando tu vida, convirtiéndola poco a poco en todo aquello que Él ya tenía diseñado y planeado para ti, y está creando memorias que te acompañarán por la Eternidad. ¿Acaso no es precioso?
Levanta hoy tus manos al Cielo, mientras le das gracias a Dios por su amor, y por todo lo que te da y que ha preparado para ti.
No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!