Hola Angélica,
Quiero compartir contigo una clave fundamental que me ha ayudado a enfrentar el pecado y las ataduras del pasado.
Miremos lo que dice este versículo en Santiago 1:25 (RVR1960): “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”.
Esto es una invitación a fijarnos en la perfecta ley, que es la Palabra y las promesas de Dios para nuestras vidas. Muchas veces nos enfocamos más en aquellas cosas con las que estamos lidiando o luchando, ya sea alguna adicción, el pasado, o una simple ofensa, y nos olvidamos usar esta gran herramienta que es la palabra de Dios.
Angélica, ella es nuestra guía, liberándonos de las ataduras del pecado y la confusión. Nos revela lo que Jesús hizo por nosotros y nos reafirma en nuestra identidad como hijos de Dios. Por lo tanto, la clave está en perseverar en las verdades divinas, comprometiéndonos a creer y vivir su Palabra, no solo a leerla o escucharla.
Entonces comienzas a experimentar la verdadera libertad en Cristo cuando te concentras en lo que dice su verdad. Aunque tus pensamientos y emociones puedan sugerir lo contrario.
La palabra vino para liberarnos, esto lo dijo Jesús en Juan 8:32 (NTV): “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Por eso debo conocer lo que Él dice porque su palabra te hace libre. Entonces, enfócate en ella.
Cuando comienzas a ponerlo en práctica el resultado será aunque puede no sea de inmediato, una paz profunda, una identidad firme y un sentido de propósito renovado.
Hoy, tómate un momento para reflexionar: ¿Te estás enfocando más en tus luchas o en la verdad de Dios? ¿Qué acciones puedes tomar para recordar su Palabra en los momentos en que enfrentas tentaciones o luchas contra el pecado?
¡Es hora de enfocarte y creer lo que Él te dice!
No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!