Él cayó ante mi ternura en el rojo vivo de mis labios que los derramo con su fuego al darme de beber todo lo que llevaba dentro Él cayó ante mis tersas caricias ya que lo llevaron por el paseo del infierno mientras cada paso era como tocar el cielo Él se desmayó del placer y lujuria cuando lo miré con mis ojos cafés mostrándole la entrada al cielo al abrir mi corazón amarlo con fuego y pervesión es qué esa mezcla de amor y lujuria lo hizo perder antes mis instintos ya que mis manos y mis besos lo dejaron indefenso ante mi Haciendo que su carne se sacudiera Del éxtasis del placer al sentir la yema de mis dedos acompañada de la sabía de mi boca que le escupía encima al mirarlo a ojos ojos mientras caía en su miembro la más tibia de mis manías es qué el placer de saborearlo al combinar sus fluidos con los míos Hizo desatar el amor y el deseo que siento por su alma y su cuerpo Y así fue inevitable amarle para que en medio de tanto amor y lascivia se fuera entregando poco a poco a cada capricho de mis deseos Y el resultado fue: llenarme la boca y bañarme mis pechos de todo su elixir al terminar con un suspiro fuerte y decir: Mujer cuánto te quiero.
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