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Capítulo 2

-¿Así que se trata de una tradición nueva?-Preguntó Jaroen, sentado cómodamente en el banco acolchado junto a Fluke.-¿Esta fiesta después de Navidad?

Fluke sonrió, bebiendo su whiskey con cola.

-Podría ser-contestó soltando el vaso-. Nos divertimos tanto el año pasado que decidimos volver a hacerlo.

Jaroen se echo a reír.

-Estoy de acuerdo.

Ellos brindaron y  luego observaron a la multitud. El White Tiger no estaba ni siquiera lleno pero estaba más que de costumbre para ser sólo la una de la tarde. Todo el mundo estaba vestido de manera informal, la mayoría con suéteres o camisas con motivos navideño y muchos de ellos con brillantes gorros de color rojo o verde. 

Todos los asistentes eran o bien amigos de Judo y Fluke o amigos de estos amigos. Sólo aquellos con conexión entraron en el club, que oficialmente estaba cerrado. El personal era mínimo, sin embargo, estaban felices trabajando ya que iban a recibir el doble de su salario normal y, además, estaba la bonificación de las vacaciones que ya habían recibido. En definitiva, se trataba de una reunión festiva.

-Por lo tanto- Jaroen se volvió hacia él, doblando la rodilla en el banco entre ellos y sosteniendo su copa en su regazo. Él era un artista que Fluke había encontrado en una de las exhibiciones de la galería y se habían convertido en muy buenos amigos en los últimos años-.¿Qué le vas a regalar a Judo este año? ¿Un yate? ¿Una flota de coches? ¿Una isla en el Mediterráneo?

Fluke rio entre dientes, alisándose con una mano el pelo. Había vuelto a su color natural por primera vez en años y todavía se sentía raro verlo así y no de color azul.

-Todo lo anterior, por supuesto-mintió, a sabiendas de que él lo adivinaría.

Jaroen suspiró.

-Debe ser agradable ser un mantenido, que se remonta a los días de artistas y mecenas adinerados. Estoy viviendo en el siglo equivocado.- Se volvió hacia la multitud-. Y también, con semejante delicioso mecenas. ¿Dónde está, por ciero?

Encantado con la fiesta y todavía encantado por unas sorprendentes dos semanas de vacaciones con Judo, Fluke ni siquiera se molestaba por la burla de Jaroen. Él sabía que de todas formas no era cierto.

Fluke hizo un gesto hacia uno de los balcones.

-Estaba allí la última vez que yo...

Su corazón se volvió frío. Algunos recuerdos vinieron a su cabeza cuando vio a Judo.

Con ella.

-¿De dónde ha salido?-murmuró.

-¿Qué? ¿Quién?

No respondió de inmediato, tratando de dominar su primera reacción. Los invitados de esta fiesta se suponían que eran amigos y sabía que cualquier escena significaría entrar al trapo de los chismes. Así que no haría una escena. ¿Por qué habría de hacerlo? No estaba pasando nada.

Pero ¿por qué estaba ella aquí?

Sunee Wisit. La actriz que había interpretado a la pareja enamorada en la película de Judo y que interpretaría el mismo papel en la secuela que ambos habían firmado. Era mona, con el pelo brillante, negro y rizado, y llevaba un suéter de corte ridículamente bajo de color rojo, que revelaba todo menos sus pequeños senos turgentes.

Ella se puso de pie con Judo apoyado en la barandilla del balcón. No. Estaba casi encima de él, mientras sostenía su brazo, como si tuviera derecho a eso.

-¿Es eso lo que creo que es?-Preguntó Jaroen.

-Probablemente.

Como si sintiera la fulminante mirada de Fluke, Judo escrutó a la multitud abajo. Sus sensuales labios acariciaban el borde del vaso cuando los acercaba a ellos, mientras sus ojos se lanzaban sobre los asistentes a la fiesta. Dado que las luces estaban encendidas, fácilmente vio a Fluke. Sonrió, llevando la otra mano a los labios y soplándole un beso.