Tn kāneid

Capítulo 12

Un cuerpo caliente, pesado rodo sobre Fluke, presionando su vientre y pecho aun más sobre el colchón. Parpadeó despierto cuando unos labios mordisquearon la curva de su cuello. 

-Buenos días...- Murmuró, arrastrando los ojos abiertos. 

-Tú me dejaste dormir demasiado tiempo- llegó un reproche con esa sexy-como-la-mierda voz ronca que Judo tenía al despertar. 

-¿Yo...? Ungh.- No pudo seguir hablando porque Judo empezó a moler su ingle contra su trasero, asegurándole a Fluke que al menos una parte de Judo estaba despierta y lista.- ¿Qué hora es? 

Sus manos se encontraban debajo de la almohada. Con los dedos entrelazados sus brazos fueron atraídos hacia los costados y fijados al colchón. 

-Pasadas las diez. 

Abrió los ojos. La luz del sol iluminaba los bordes de las cortinas cerradas. 

-Pero ¿No tienes que...? Oh, mierda. 

Los muslos de Judo se insertaron entre las piernas de Fluke empujando para que las abriera más. Más fricción. 

-No tengo que estar en el teatro hasta las once. 

Judo liberó sus dedos y los deslizó por los costados de Fluke.Obediente, Fluke pudo mantener sus manos fuera del camino. ¿Quién necesitaba las manos en estos momentos, después de todo? Como era habitual Judo tenía todo bajo control. 

-Mmmm... ¿Vas a... tener tiempo suficiente...? 

¡Oh Dios! La polla de Judo ya estaba lubricada, esparciendo la lubricación por el culo de Fluke.

Los dedos de Judo se anclaron en su cadera. 

Sabiendo lo que vendría Fluke tiró de sus caderas hacia atrás. El movimiento término con Judo sentado prácticamente sobre sus talones, con las caderas de Fluke entre sus muslos, con su culo presentado para que Judo hiciera lo que quisiera con él. 

Sus dedos extendieron el lubricante dejado por su polla. 

-Un montón de tiempo para esto.- Dos dedos se hundieron profundamente en Fluke. 

Fluke gimió, deslizando sus manos hacia arriba para poder agarrar el borde del colchón. 

-No llegué a follarte anoche.- Sus dedos se torcieron clavándose en la próstata de Fluke.- No vamos a tener otra oportunidad antes del concierto de esta noche, y tengo que estar dentro tuyo. Ha sido demasiado tiempo. 

Fluke se echó hacia atrás, jadeando. Su polla colgaba, completamente dura sin necesidad de estimulación directa, entre sus muslos pero no podía estar molesto por eso en este momento.

-Menos hablar, más follar. 

Los dedos se retiraron, y presionó sus pulgares para abrirlo. 

-Lo que túdigas, suea¹.- Judo se movió, de rodillas hacia arriba, para colocarse en posición.

Fluke se preparó, enterrando la cara en la almohada, a sabiendas de lo que se venía. Necesitaba lo que se avecinaba. 

Un golpe frenético sacudió la puerta. 

Eso no era lo que debería haber pasado. 

Fluke torció el cuello. Primero miró hacia la puerta, y luego sobre sus hombros para ver a Judo. 

Judo miró hacia la puerta, y luego a Fluke, con la confusión escrita en su rostro. 

Fluke miró el reloj. 

-¿Ellos tenían que venir a buscarte ahora? 

Los golpes seguían. ¿Quién podía estar haciéndolo, sin detenerse? Ciertamente no era la asistente de Darika que por lo general cuidaba a Judo.