Capítulo 16

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Perdido en un beso de bienvenida con Judo, Fluke casi no sintió el toque en su hombro. Él lo habría ignorado, excepto que no se detuvo. Molesto, se alejó de su amante y giró la cabeza.

Sunee Wisit lo miraba fijamente con ojos furiosos.

Los brazos de Judo se tensaron alrededor de la cintura de Fluke.

-Sunee...

Ella no levantó la vista para ver a Judo pero sí dio prudentemente un paso atrás por la ira que proyectaba.

-Él se acostó conmigo.- Lanzó a la cara de Fluke.

-¡Sunee! Maldita sea...

-Espera- Fluke apoyó la palma de su mano en el pecho de Judo sin dejar de mirar a Sunee.- ¿Qué?

Echó un vistazo a Judo y el triunfo en su cara era obvio. Volvió su atención a Fluke, colocando uno de sus rizos negros detrás de su oreja.

-Se acostó conmigo. Pensé que deberías saberlo.- Sonaba como una niña pequeña que le decía a otra que tenía un cono de helado pero sin tenerlo.

Lo cual era absurdo porque era Fluke el que definitivamente tenía ese helado.

Judo gruñó pero Fluke se apoderó de sus brazos, de nuevo mirando a Sunee.

Él inclinó la cabeza a un lado.

-¿Ah, sí? ¿Y cómo fue eso?

Él no había tenido mucho tiempo para informarse con Judo esta tarde. Una vez que había salido de la ducha, Judo había entrado y habían venido a buscarlo para ensayar antes de que saliera del baño. Fluke se moría por saber de qué habían hablado. Seguramente no pensó que él iba a creer que ella se había acostado con Judo esa mañana.

Ella movió sus pies, inclinando la cabeza hacia un lado para plantar una mano sobre ella. El pequeño vestido de cóctel rojo que llevaba brillaba con las luces que anunciaban el inminente año nuevo.

-Cuando estábamos filmando la película.

Él reprimió una sonrisa pero dudaba que ella no pudiera ver su alegría. Ella no era tan estúpida.

-¿Quieres decir en el set?

-¡No!- Era evidente que la tranquilidad no estaba de su lado.- Quiero decir fuera del set. En mi habitación de hotel.

Claramente la había juzgado mal. Ella era tan estúpida.

Fluke vio a sus amigos por encima del hombro, todos ellos estaban claramente incómodos. Junto a él, Judo gruñó.

Fluke le apretó los hombros con firmeza. Mirando a Sunee, sonrió.

-Oh, lo dudo.

Sunee sacudió la cabeza con altivez.

-Entonces eres ciego.

Ella disparó una mirada hacia arriba para Judo.

-No. No lo soy. Lo que soy es un hombre seguro del hombre que ama.- Él se volvió hacia ella por completo. Dejó que su mirada inclinada vagara desde los zapatos de tacón exageradamente altos hasta la parte superior de los exagerados rizos en su cabeza, entonces con cada pedacito de desprecio que pudo reunir dijo:- Y lo conozco.

Ella se quedó boquiabierta.

-Eres un idiota.

-Oh, no. Yo no soy el idiota aquí.- Esta vez fue Judo quien lo detuvo de mostrar todo su enfado. Judo cogió sus brazos y lo contuvo, señalando a la perra para acentuar su propia mirada de ira.- No sé si tú estás enfadada con él por haberte rechazado o si piensas que si rompe conmigo va a ir corriendo a tus brazos pero te equivocas profundamente.- Detrás de él ahora, Judo se aferró a sus hombros en un agarre firme e irrompible.- En primer lugar, pasé por un montón de mierda para llegar a este hombre y no lo voy a dejar ir fácilmente. Y en segundo, incluso si lo hicieras romper conmigo, él nunca estaría con una prostituta como tú.

Tn kāneidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora