xxxi. 𝘦𝘴𝘵á 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘭𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢

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ATHENA HABÍA SIDO SIEMPRE CERCANA A SU MADRE, crecido la mayor parte de su adolescencia con sus padres, hasta que todo se fue desmoronando poco a poco, a tal punto que ella misma desconocía su propia familia, había sido difícil, comenzó a actuar l...

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ATHENA HABÍA SIDO SIEMPRE CERCANA A SU MADRE, crecido la mayor parte de su adolescencia con sus padres, hasta que todo se fue desmoronando poco a poco, a tal punto que ella misma desconocía su propia familia, había sido difícil, comenzó a actuar lo mejor que podía para que Theo no pasara por lo mismo, aunque no podía evitar lo que sucedería.

Ahora recordaba aquello y se sentía orgullosa de su antigua versión, sabía por lo que había pasado sola, y ahora que lo pensaba era bastante admirable.

Mirando al espejo, Athena veía a una mujer que había aprendido a abrazar tanto su vulnerabilidad como su fortaleza. Max siempre le decía lo increíble que era, pero ahora, ella realmente lo creía. Había construido una vida que le hacía feliz, rodeada de personas que la apoyaban y amaban.

Athena no solía hablar mucho de la muerte de su madre. Era un tema que aún le dolía profundamente, una herida que prefería mantener cerrada. Los recuerdos de su madre eran un refugio privado, una fuente de fuerza silenciosa que llevaba en su corazón.

A pesar del dolor, la pérdida de su madre había sido una de las experiencias que más la había moldeado. Su madre siempre había sido su mayor apoyo, su confidente y su guía. Perderla había dejado un vacío inmenso en su vida, pero también la había obligado a crecer de maneras que nunca imaginó.

Jamás creyó de alguna manera ser quien estuviera detrás de su hermano mientras crecía.

Max lo entendía. Él respetaba su silencio sobre el tema y siempre estaba allí para ella, ofreciendo su apoyo incondicional. Sabía que la pérdida de su madre era una parte de quien era, una pieza del rompecabezas que la hacía tan fuerte.

A veces, en los momentos tranquilos, Athena permitía que sus pensamientos vagaran hacia su madre, recordando su risa, su calidez y el amor incondicional que siempre le había brindado. Esos momentos eran preciosos, y aunque el dolor nunca desaparecía por completo, aprendió a convivir con él, honrando la memoria de su madre en su propia manera especial.

Pero también le daba miedo olvidar, no quería que todo lo que tuvieron se olvidara tan rápido, pero el tiempo no ayudaba mucho.

— feliz cumpleaños, μαμά, te extraño cada dia más, ojala estuvieras aquí, viendo todo lo que tanto Theo y yo hemos logrado, estoy segura que estarías fascinada — pronuncie mirando su lápida y sin más no aguante y me solté a llorar — lo siento tanto —

Me senté en el suelo mientras me apoyaba entre mis piernas para llorar, sentí la mano de Theo pero aún así no me detenía. Había guardado el llanto desde hace mucho tiempo para el, y supongo que ahora simplemente había explotado.

Theo se arrodilló a su lado, abrazándola fuertemente. No dijo nada, solo la sostuvo, permitiéndole liberar todo el dolor que había guardado. Athena sintió el consuelo en el silencio de su hermano, en su presencia constante y comprensiva.

Catarsis - Max Verstappen ୧-₊˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora