La vida es un viaje lleno de sorpresas y retos.
Dicen que la infancia es una de las mejores etapas en la vida de las personas, y sin duda yo misma podría confirmar aquello.
Cuando eres pequeño, creas esta idea en tu cabeza de un mundo donde todo es de alguna manera genial y perfecto, con miles de ideas e ilusiones,pero lentamente te vas a adaptando a los diferentes cambios, la verdadera realidad que estará ahí siempre acompañándote como si se tratara de tu sombra, sin dejarte en ningún momento y causándote miles de inseguridades, que te dificultarán tu camino, pero al final, esto es parte de la vida, y eso no se puede cambiar.
Han pasado casi 4 años desde que Max y yo comenzamos esta aventura juntos. Después de un tiempo de dudas, miedos e inseguridades, finalmente he encontrado un equilibrio y una paz que nunca imaginé posible. Cada desafío y cada momento de alegría nos ha traído hasta aquí, y no podría estar más agradecida.
Muchas veces me he preguntado por qué me pasan ciertas cosas, o por qué ciertos dolores son inevitables. A lo largo del tiempo, he aprendido que todo tiene su razón de ser, que cada experiencia nos enseña algo valioso. Todo llega en su debido momento.
Mi hermano Theo siempre ha sido mi pilar, recordándome que la vida está llena de lecciones y retos. Su apoyo constante me ha mostrado que no siempre tenemos que ser fuertes por nuestra cuenta, que está bien necesitar y aceptar la ayuda de otros.
Mis relaciones familiares no siempre han sido fáciles, pero he aprendido a perdonar y a sanar. Perdonar a mi padre no significó olvidar lo que hizo, sino liberar el peso del resentimiento y permitir que la herida se cure con el tiempo.
El amor fue un territorio desconocido y aterrador para mí.
Y puede que yo misma tuviera perspectivas diferentes de este, pero todo era por miedo, miedo de que me sucediera lo mismo que a mis padres, miedo de que las historias que veía, o escuchaba, se hicieran realidad y fuera infeliz por siempre. Sonaba exagerado, si.
Pero es una realidad en la que cada vez el mundo está más cerca, hay menos personas buenas y las pocas que quedan se van desapareciendo poco a poco, muchos decían que era nuestra propia culpa, que nosotros nos destrozábamos unos a otros.
Yo creo que es parte de ser humano, pero eligiendo el camino que cada uno desea.
Ahí es donde el problema poco a poco comienza a presenciarse.
Temía no ser suficiente, temía revivir los errores del pasado. Pero con Max, todo cambió. Desde el primer momento, él vio a través de mis barreras y decidió quedarse, apoyándome en cada paso. Sin saber lo que el destino nos deparaba, juntos enfrentamos cada desafío.
Me doy cuenta de que la verdadera fortaleza reside en la vulnerabilidad, en aceptar que no tenemos todas las respuestas y que está bien no ser perfectos. La vida es un constante aprendizaje, y cada día es una oportunidad para crecer y evolucionar.
En estos momentos de introspección, pienso en las personas que han dejado una marca en mi vida. En Theo, con su inquebrantable fe en mí; en mis padres, cuyas fallas y redenciones han moldeado quien soy; y en Max, mi ancla y compañero en esta travesía. Me doy cuenta de que no estoy sola en este viaje, y eso me da una inmensa paz.
El camino por delante es incierto, lleno de retos y oportunidades, pero estoy lista para enfrentarlo con el corazón abierto y la mente dispuesta a aprender. La vida, después de todo, es un viaje, y cada paso nos lleva un poco más cerca de descubrir quiénes realmente somos.
Recientemente, Max me pidió que me casara con él. Fue un momento mágico, una promesa de un futuro juntos que nunca podría haber imaginado. Estoy comprometida con el hombre que amo, y tengo a mi lado a la persona que siempre soñé. Max es la prueba de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz al final del túnel. Y al mirar hacia el futuro, sé que cada momento vivido, cada lágrima y cada risa, ha valido completamente la pena.
Estoy aprendiendo que el amor verdadero no es un destino, sino un viaje continuo, una danza en la que ambos somos participantes activos. Cada gesto, cada palabra, cada silenciosa comprensión refuerza nuestro vínculo y nos acerca más a la realización de nuestros sueños compartidos. A veces, me detengo a reflexionar sobre cómo hemos llegado hasta aquí, y me doy cuenta de que no hay un solo camino correcto.
La vida no es una línea recta, sino un entrelazado de caminos y desvíos que nos llevan a donde necesitamos estar. Cada error, cada triunfo, cada desvío inesperado ha jugado un papel crucial en nuestra historia, y estoy agradecida por cada uno de ellos.
Así, en este momento de introspección, me permito soñar y planear, pero también me recuerdo a mí misma que la belleza de la vida reside en el aquí y el ahora. Aprovechar cada instante, cada experiencia, y cada emoción es lo que realmente da sentido a nuestro viaje. Y con esta perspectiva, afronto el futuro con un corazón lleno de esperanza y gratitud.
Catarsis es una palabra con una gran variedad de significados, pero entre ellos resaltaba el aspecto psicológico haciendo más que nada referencia a la liberación de emociones reprimidas a través de la expresión verbal o emocional.
Tanto como Athena y yo, pasamos por nuestro momento Catarsis, comenzando conmigo, el hecho de cómo mi madre murió a tan corta edad, comenzó a generarme un gran trauma, ocultandolo por medio del cuidado de su hermano, siendo solo nosotros dos. Mientras que con Max, como sufrió desde su infancia por la presión y diferentes situaciones que su padre más que nada le causaba, siendo solo un pequeño niño con un sueño que no distinguía el daño que este le causaba.
El amor entre ambos podría actuar como una fuerza sanadora, ayudando a superar heridas del pasado y encontrar paz interior. Este proceso de sanación emocional puede ser una forma de catarsis, donde el amor permite dejar atrás el dolor y avanzar hacia una vida más plena.
Era el comienzo de una nueva historia, pero esta vez no iba a estar sola.
Athena Wolff, aunque próximamente Verstappen.
Y si, así es como me despido de esta historia.
Me encanta la forma en las que redacto los epílogos de cada una de mis historias, como cada protagonista se adueña de ese momento reflexionando por todo lo que pasaron, es simplemente maravilloso.
Agradezco mucho por leerla, sus comentarios, etc, espero les guste muchísimo y por supuesto que la historia siga creciendo más y más.
Ya no las veo por aquí, pero estaré actualizando en mi historia con Carlos ( segunda parte ) y por supuesto con mi última historia, con George Russell.
Decidí subirlo de una vez, porque realmente considero que es mi momento, después estaré en otras cosas y no quería cerrarlo sin terminarlo, en fin.
Gracias infinitas !!
— floresxdamon
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Catarsis - Max Verstappen ୧-₊˚
FanficAthena es una modelo griega la cual tiene un hermano menor Theo, siempre han sido solamente ellos dos, ya que desde la muerte de su madre la chica veía por ambos, era hija de él mismo Toto Wolff pero su relación no era la mejor. Max Verstappen pilo...