Fantasías

Fantasía 32: Reencuentro con tu ex 🔥

Tras salir de terapia fui en dirección al metro, por el camino vi que mi ex me había escrito un WhatsApp preguntado qué tal estaba, le respondo que bien, guardo el móvil y cojo el ascensor, siempre cogía el tren para ir a la iglesia a rezar, y menos mal que la estación estaba cerca, cuando el ascensor se abre saco el abono para cruzar la barrera, oigo que un tren llega, no sé cual es pero voy corriendo, al asomarme veo que es mi tren que está llegando, bajo las escaleras rápidamente (no me caí de milagro), entro al tren justo a tiempo, las puertas estaban apunto de cerrarse, me fijo que mi ex está ahí y se me acelera el corazón, a ver, lo he echado de menos, llevábamos dos años sin vernos, pero mi corazón no se había acelerado por seguir enamorada de él, ambos lo superamos y seguimos nuestro camino por separado como amigos, se me aceleró el corazón por la ilusión de volver a verlo, no me ha reconocido, a ver es normal porque llevo una gorra que nunca ha visto y las gafas de sol, veo que se baja en la misma estación que la mía, ¡¡¡Genial!!!, mucha gente se baja y vamos hacia la otra estación, estamos un poco lejos así que me quito la gorra y las gafas de sol y miro a su dirección, se dio la vuelta y una sonrisa apareció en su rostro, me había reconocido y venía hacia mí, empecé a andar hacia él y nos quedamos el uno enfrente del otro mirándonos con una sonrisa.

- Perdona, yo te conozco de algo-dijo Joel sonriendo.

Mi felicidad estaba desbordante, lo abracé y él me abrazó, tuve que ponerme de puntillas para abrazarlo porque él era más alto que yo, que vergonzoso fue eso, ni siquiera nos creíamos que nos íbamos a ver hoy, el tren llegó y nos subimos a él mientras hablábamos.

- ¿De dónde vienes?-preguntó él.

- Vengo de terapia-dije mirándole.

- Que casualidad haberte encontrado-dijo él.

- Mucha casualidad, no me lo esperaba, ya era hora después de dos años-dije alegre.

- Si, madre mía dos años, quién lo diría-dijo él.

- Me ha hecho mucha ilusión-dije sonriendo.

- Y a mí, al principio me he rayado porque no me podía creer que estuvieras ahí-dijo él.

- Yo te he reconocido al instante, pero no sabía si me ibas a reconocer y por eso me quité la gorra y las gafas, tampoco me creo que estés aquí-dije.

- Por cierto Iria, ya que estás aquí necesito tu ayuda en un asunto-dijo serio.

- Claro, cuéntame y veremos a ver como te puedo ayudar-dije preocupada.

Salimos de la estación, la iglesia estaba cerca, pero podía posponerlo, quería pasar tiempo con Joel para ponernos al día y poder ayudarle, fuimos caminando un poco hasta parar cerca de un portal, supuse que era el portal de su casa.

- Hay una chica de mi clase que me gusta y creo que ella siente algo por mí-dijo él.

- ¿Sabes su nombre?-pregunté curiosa.

- Se llama María, hablamos por Instagram y me suele llamar lindo-dijo él sonriendo.

- Que romántico, muy de película-dije sonriendo.

- Necesitaré tu ayuda por si acaso pasamos a cosas sexuales-dijo él.

- ¿Tan rápido vais a avanzar?-pregunté confusa.

- Solo quiero estar preparado para lo que pueda pasar-dijo él.

- A ver, es que lo que quieres y vas a experimentar lo aprendes sobre la marcha-dije.

- Por eso quiero practicarlo con alguien de confianza, o sea contigo-dijo él.

Le miré sorprendida, no me esperaba eso, aunque a decir verdad tampoco esperaba verlo hoy, cogió mi mano lentamente y la acarició.