La semana pasada le comenté a mi tutor que lo estaba pasando mal por un chico, no sé porque tuve el impulso de contarle a un profesor mi vida privada, pero siempre he sido así, en toda mi vida he confiado en mis profesores, siempre les he contado lo que me pasaba y me sentía bien.
Lo peor fue que mi profe sabía lo del chico, al parecer mi mirada triste no pasa desapercibida, dijo que me iba a ayudar, pero no me dijo como, me dijo que confiase en él.
Estoy asustada, a saber que se le habrá pasado por la cabeza, me dijo que tenía que esperar hasta este miércoles.
El miércoles
Hoy vi a mi profe en su coche, y eso es extraño para mí ya que él viene siempre en bicicleta, estaba muy nerviosa.
Todavía las cosas entre Carlos y yo seguían tensas, él no me hablaba y yo sufría, quería hablar las cosas con él porque todo fue un malentendido.
Las 3 primeras horas de clase pasaron lentas y justo cuando iba a salir con mis amigos al patio, el tutor nos detiene.
- Daniela, acompáñame-dijo el profe.
Entendí que su plan estaba en marcha, me despedí de mis amigos que estaban muy rayados y me subí al coche del profe, Carlos estaba allí también, y cuando me vio se frustró, eso me dolió.
Nos subimos al coche en silencio, y el trayecto fue eterno y aburrido, nadie hablaba y estaba asustada por saber a dónde nos llevaba el profe y cuál era su plan.
Llegamos a un bosque lleno de árboles, empezaba a hacerse de noche y empecé a sentir mucha inseguridad.
- Dejad los móviles en el coche-dijo el profe.
- ¿Por qué?-preguntamos Carlos y yo a la vez.
- Esta actividad cuenta para nota, y necesito que estéis centrados-dijo el profe.
Confundidos e inseguros le dimos nuestros teléfonos móviles.
- También dejad las mochilas aquí, vaciaros los bolsillos-dijo el profe.
Sentí mucho miedo, esto parecía un secuestro, no sabía cuál era su plan pero estaba muy nerviosa y asustada, sin que él lo supiera me escondí tarjeta del abono transporte, no me fiaba de su plan.
Nos bajamos del coche y el profe nos guio hasta el corazón del bosque, había una cabaña, caminamos hasta ella y entramos, sin ni siquiera saber de quién era, Carlos y yo estábamos tan hipnotizados viendo la cabaña hasta que oímos un portazo de la puerta y alguien que la cerraba.
- Esto era una puñetera trampa-gritó Carlos frustrado.
Con furia intenté abrir la puerta, pero el pomo se me resbaló de las manos y caí al suelo exhausta, me quejé de dolor porque me hice daño en la espalda, la madera estaba muy dura, pero no tanto como...
<<Daniela no es el momento de cosas pervertidas, tienes que salir de ahí>>me reñí a mí misma.
- Por más que intentes tirar de la puerta no lo conseguirás-dijo Carlos.
- Por intentarlo no se pierde nada-dije levantándome.
- Encima no tenemos los móviles, no tenemos nada, nos pasa por confiar en él-dijo Carlos enfadado.
Vi que en la cabaña había una cama, fui hasta allí y me tiré al colchón.
- Al menos hay comida, eso es lo único positivo-dijo Carlos.
- También hay cama-dije.
- No hablo contigo-dijo Carlos.
- Ya lo hiciste antes-dije seria.
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Fantasías
RomanceRelatos eróticos sacados de mi mente creativa e imaginativa, son todos inventados, los nombres escogidos al azar sin intención de enfadar a nadie. Espero que os gusten 😀 😏🔥💖