Mi tutora ha convocado una reunión con los profes junto con los delegados de nuestro curso (Izan y yo) para hacer los preparativos de la graduación, me da mucha pereza en verdad, había terminado de hacer los exámenes extraordinarios de las asignaturas que había suspendido y estaba muy cansada, pero tengo que hacer esto, la graduación es dentro de unas semanas y todos tienen ya sus entradas para traer a sus familiares, la graduación sería en el teatro Buero Vallejo por la tarde, hacía mucho calor ya que se acercaba el verano, pero ahora voy a contar lo que ocurrió en la reunión.
Era viernes, el sol calentaba mucho a pesar de que eran las seis de la tarde, estaba apunto de llegar cuando sentí una sensación familiar a mi lado.
- Mara, cuánto tiempo-dijo Izan.
- Si, llevamos como tres meses sin vernos-dije.
De repente Izan me besó en los labios, estaba empezando a revivir los recuerdos juntos, no salimos juntos pero nos liamos mucho, pero él se alejó y no lo comprendí en su momento.
- Izan, fuiste tú el que te alejaste, no tienes derecho de besarme ahora, después de la reunión lo hablamos-dije alejándome.
Agradecí el silencio mientras íbamos a la biblioteca a reunirnos con los profesores, al llegar ya estaban todos preparados, saqué un cuaderno y un boli para apuntar las cosas importantes.
- Habíamos pensado en comprar flores y marcos con fotos de recuerdo para los que se gradúen de grado superior, os pasaremos las fotos para que las impriman-dijo mi tutora.
- No es mala idea, lo veo original-dije.
- ¿Os podéis encargar vosotros?-nos preguntaron.
- Claro, por supuesto-dije Izan.
- Perfecto, muchas gracias y enhorabuena por aprobar las asignaturas Mara-dijo mi tutora.
- Gracias, y os enseñaremos las cosas que nos habéis pedido para ver si os gustan-dije.
- Nos vemos en la graduación-dijeron los profes.
- Adiós-dijimos despidiéndonos.
Al salir del instituto volvió ese silencio entre nosotros, quería irme a casa pero Izan me detuvo.
- Mara enserio, quiero hablar contigo-dijo él.
- Sé que no tenemos una relación, pero me extrañó que te alejaras así de repente sin decir nada, han pasado tres meses y ahora que nos vemos quieres volver a liarte conmigo, no pienso esperarte toda la vida Izan-dije enfadada.
- Sé que hice mal, admito mi error pero quiero seguir hablando más contigo, demos un paseo-dijo él.
- Izan estoy cansada-dije.
- Está bien, vente a mi casa, pero antes hay que hacer los recados-dijo.
- Tengo sueño-dije.
- Haremos esto, compraré las cosas, te las mandaré mientras tú descansas-dijo
Acepté a regañadientes, al llegar a su casa me tumbé en su cama y él se fue.
Izan
Fui a comprar las flores y los marcos, imprimí las fotos y fui de camino a casa no sin antes comprar una rosa para Mara, sé que fui un idiota y un completo imbécil, ella tiene razón, no va a esperarme toda la vida, me alejé de ella porque no quería enamorarme de ella pero al final acabé haciéndolo, me declararé hoy, al llegar empecé a enmarcar las fotos y a colocar las flores, al terminar fui a mi habitación y vi a Mara dormida, me senté a su lado viéndola dormir.
Mara
Me desperté un poco confusa, vi que Izan estaba cerca mía, estaba viéndome dormir.
- ¿Qué tal dormiste?-preguntó.
- He dormido bien, gracias-dije frotándome los ojos.
Vi que había una rosa cerca mía, ¿Izan había comprado esa rosa para mí?
- ¿Qué tal los recados?-pregunté.
- Han ido bien, y por cierto esa rosa es para ti-dijo él.
- No tenías porque hacerlo-dije.
- Lo tenía que hacer Mara, la razón por la que te alejé es porque me enamoré de ti, sé que hice mal pero ahora acepto mis sentimientos-dijo él.
No me esperaba esa confesión, ahora estábamos mirándonos a los ojos, sus manos se movieron a mis mejillas, nos mirábamos los labios, él me estaba pidiendo permiso para besarme, asentí y nos besamos lentamente, la temperatura subía muy rápido, hacía ahora mucho calor, la ropa sobraba, nos fuimos desnudando mientras nos besábamos, nos fuimos tocando mientras el placer subía y la temperatura también, cogió un preservativo y empezó a amoldarse a mi entrada, su boca fue moviéndose por mi cuello y pechos distrayéndome del dolor que sentía, sus dedos también jugaban con mi clítoris, cuando ya no sentía dolor empezó a moverse lentamente, volvimos a besarnos y el ritmo empezó a ir más rápido, no parábamos de gemir y cuando llegamos al orgasmo gritamos de placer, Izan se tumbó a mi lado y empezó a acariciar mi cuerpo mientras recuperábamos el aliento.
- Te quiero-susurró él.
- Yo también te quiero Izan-dije.

ESTÁS LEYENDO
Fantasías
Lãng mạnRelatos eróticos sacados de mi mente creativa e imaginativa, son todos inventados, los nombres escogidos al azar sin intención de enfadar a nadie. Espero que os gusten 😀 😏🔥💖