Estaba relajada en mi cama leyendo un libro cuando de repente siento la presencia de mi novio Hugo, siento sus manos quitarme el libro, cuando voy a quejarme siento sus labios sobre los míos y la queja se convierte en gemido al sentir sus manos tocar mi cuerpo, rompo el beso para mirarlo a los ojos.
- Ayer me dejaste exhausta, ¿hoy también?-pregunté juguetona.
- Hoy seré lento y tranquilo-dijo Hugo bajando el tirante de mi pijama.
Sentí sus labios de nuevo sobre mí, mis manos se movían desabrochando su camisa y acariciando sus notables abdominales, desabroché sus pantalones y cuando fui a quitárselos él me detuvo, se levantó y se bajó los pantalones y la ropa interior despacio, me mordí el labio al ver su miembro abultado, volvió a estar encima de mí y volvimos a besarnos, mis manos revolvieron su pelo y acariciaron su notable barba, Hugo me quitó la camiseta de tirantes y empezó a dejar besos por mi cuello y pequeñas mordidas, cuando llegó a mi pecho empezó a lamerlo, sentí sus dedos apretar un poco mis pezones, molestaba un poco pero luego sentía placer, su lengua empezó a lamer lentamente mis pezones y un jadeo escapó de mi boca, sentí sus dientes morderlos suavemente y gemí, nos miramos seductoramente y volvimos a besarnos mientras sentía que Hugo me quitaba los pantalones junto con la ropa interior, los dos ya estábamos completamente desnudos, mi mano bajó hacia su dureza y empecé a tocarlo, sentí los dedos de él tocar mi clítoris, sus dedos me estaban llevando a la locura y creo que mi mano también lo volvía loco a él porque empezamos a gemir más fuerte, nos detuvimos a la vez y empecé a sentir como entraba poco a poco dentro de mí, mis piernas rodearon su cintura y empezó a moverse despacio, nos besábamos con dulzura y pasión al ritmo de nuestros lentos movimientos, nuestras manos se movían tocándonos uno a otro y nuestras lenguas jugueteaban.
- Más rápido por favor-susurré en un jadeo.
- Antes te quejabas de que ayer acabaste exhausta-dijo Hugo juguetón.
- El placer me mata, muévete un poco rápido-susurré en sus labios.
Le mordisqueé el labio para terminar de convencerlo y al instante sentí que el ritmo aceleró un poco, mis uñas se clavaron en sus hombros y nuestros gemidos cada vez eran más seguidos, este era el ritmo al que quería estar, rápido pero despacio, seguimos besándonos hasta que empezamos a gritar al sentir que llegábamos al orgasmo.
Hugo juntó su frente con la mía y acaricié su mejilla, rocé su nariz con la mía y le besé en los labios, se tumbó a mi lado abrazándome y yo descansé mi cabeza en su pecho.
- Te quiero Hugo-susurré acariciando su pecho.
- Yo también te quiero Celia-susurró él.
Nos besamos y nos acurrucamos para dormir.
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Fantasías
Lãng mạnRelatos eróticos sacados de mi mente creativa e imaginativa, son todos inventados, los nombres escogidos al azar sin intención de enfadar a nadie. Espero que os gusten 😀 😏🔥💖