Deseo Indomable ( Christopher Morgan)

Capítulo 37

Alex Morgan

La tropa guardia se alinea con las armas en el pecho mientras Rachel James se abre paso con el uniforme oficial, de negro, con el cabello recogido y la chaqueta que la identifica como capitana. 

Christopher no entiende cuando le digo que debe mantenerse vivo entonces se lo hare entender a las malas a pesar de sus reproches. 

— ¡Tropa 19073! — grita Rachel — ¡Marchen cuatros pasos y presenten armas al ministro! ¡Ya!

Los hombres se mueven al compás dejando las armas en el suelo. Les hace a los soldados gritar su misión y por quien están liderados.

Si Rick estuviera viendo esto estaría muy orgulloso de su hija. Mi celular suena y lo llevo a mi oído sin revisar quien es.

— ¿Ya vienes?

— Si — asiento hacia Rachel que sube al helicóptero — Esperemos no reaccione mal

— Créeme que lo hará pero lo único que importa es que siga vivo 

— Espero sepas manejar su furia Eliana

Cuelgo antes de que responda.

***

Eliana Wilson

— ¿Mamá? — la observo vestida de blanco mirando hacia el gran ventanal de nuestra mansión — ¿Mamá?

Una risa siniestra resuena en el fondo y observo todo sin encontrar de donde viene. Pero una sombra en el balcón del primer piso llama mi atención

— Querida hija — el odio es claro en la voz — Eres solo una perra que no debiste nacer y tu madre jamás debió tenerte ¡Puta y mil veces puta! ¿Acostarte con el Boss? Christopher Morgan de despreciara después de eso 

— ¡Cállate! — me tapo los oídos pero sigo sin poder ver su rostro con claridad  — ¡Estas muerto!

— ¿Segura? ¿O solo fingí ?

No paro de llorar, solo escuchar su voz me devuelve las torturas del club y lo que perdí... Un llanto detiene todo

— Solo escucha... — Dante finalmente se deja ver cargando en sus brazos — Igual a la maldita de tu madre, no te salvo, no te cuido ¡Eres una asesina! No salvaste a tu bebe 

— ¡Fuiste tu el culpable!

— ¡Asesina!

La palabra se repite una y otra vez, la sonrisa de Dante se ensancha aun más cuando salta a mi bebé y...

Despierto de golpe con sudor en mi frente, las lagrimas solo brotan y la puerta se abre de inmediato mostrándome a Christopher con el ceño fruncido.

— Fue solo una pesadilla — me repito mientras recojo mis piernas — Solo es una pesadilla

No dice nada y solo se acerca llevándome a su pecho mientras lloro desconsolada. No pregunta, solo me acaricia el cabello dejándome llorar mientras humedezco su camisa.

— ¿Que sucede? — lo escucho hablar con alguien y luego avisa que ya baja. 

Me toma de la cara para besarme y se que con el nunca son besos suaves, son besos cargados de lujuria y deseo donde ingresa su lengua en mi boca acaparando por completo mis labios.

— Vístete

Asiento y me levanto a darme un baño rápido. El hambre se fue con la pesadilla que se repite en mi cabeza y me limpio las lagrimas. Salgo para maquillarme rápidamente y tratar de ocultar la hinchazón de mis ojos.