El claro se encontraba iluminado por antorchas de fuego que parecían danzar en medio de aquella espesa oscuridad, corría un ligero viento que me hizo estremecer levemente, se escuchaba el cantar de los grillos a nuestro alrededor, Gally nos guiaba por la oscuridad.
—¿Cuál es tu problema con nosotros?—preguntó Thomas de forma calmada.
—Que todo empezó a salir mal desde que aparecieron—le contestó serio Gally—Primero Ben, luego Alby—hizo una pequeña pausa—Y ahora la chica—llegamos al pozo mientras él seguía hablando—Todo el mundo vio como reconoció a Thomas—dijo mientras le daba una mirada al castaño—Y apuesto a que sabe quien és—apuntó a mi amigo, yo preferí guardar silencio en el discurso de Gally, era lo mejor por el momento, no quería iniciar una pelea.
El rubio abrió la especie de puerta del pozo, y entré al lugar, detrás de mí escuché un suspiro cansado del castaño, el de cejas raras comenzó a cerrar la reja.
—Gally—dijo calmado Thomas—¿Entiendes que no podemos quedarnos aquí para siempre, verdad?—le cuestionó mi amigo, Gally lo miró pero no le contestó nada y si fue sin emitir sonido alguno, dejándonos a ambos en la oscuridad.
—Creo que es imposible razonar con una persona como él—hablé mientras me sentaba en el suelo.
—No le gusta el cambio—el castaño caminó hacia mí y se sentó a mi lado—___—me llamó.
—Hmm—respondí y me giré para verlo.
—Teresa me dió tres antídotos—comenzó a hablar—Uno lo usamos en Alby, otro lo tengo yo—me extendió aquel líquido verde—Y el otro quiero que lo guarde tú—me miró de forma seria.
—¿Por qué me lo das a mí?—extendí mi mano y me dejó aquella especie de jeringa extraña en mi palma.
—Eres la única persona en la que confió ciegamente—le miré con los ojos abiertos—Ya sabes, es esa conexión extraña que tenemos—desvió la mirada.
—Yo tampoco lo comprendo por completo—murmuré guardando lo que me dió—Pero gracias—le sonreí levemente—¿Hay algo qué te atormenta, castaño?—le pregunté.
—Me preocupa la nota con la que llegó Teresa—sacó la nota de su bolsillo—Eso de que ella es la última—me removí intranquila, algo no me alcanzaba a gustar de aquella chica, sentía su rostro familiar, pero al momento de verla algo en mí se removia, pero no de buena forma como con Minho, Thomas o Newt.
—Thomas—comencé, quería hablar con él sobre lo de mis sueños, pero justo en ese momento, algo se movió fuera del pozo con una luz y el castaño guardó rápidamente la nota y yo aquel antídoto.
—¿Quién eres?—preguntó Thomas con voz dura.
—Soy yo—se asomó Chuck con una vela dentro de un frasco abierto y unas cosas en las manos.
—Lo siento, Chuck—se disculpó el castaño por el tono en el que habló.
—¿Qué haces por aquí?—mi tono se suavizaba hablando con el pequeño—Deberías estar descansando, ya es tarde—dejó la vela apoyada en algo.
—Tengan—nos entregó dos botellas con agua y comida—Para correr tienen que comer—mi amigo castaño abrió la comida y la dividió para ambos.
—Gracias, Chuck—le agradecimos ambos mientras disfrutamos de la comida, vi al pequeño de rizos quien soltó un suspiro mientras sostenía algo en su mano.
—¿Qué es?—le pregunté antes de beber algo de agua, el pequeño me miró y nos enseñó un pequeño pedazo de madera que tenía tallada a una persona—Es hermoso—le sonreí.
—Wow—se sorprendió Thomas—No está nada mal—observando aquel tallado en madera—¿Para quién es?—consultó.
—Para mis padres—respondió.
—¿Recuerdas a tus padres?—pregunté comprensiva ante el tema.
—No—contestó mientras negaba con la cabeza—Pues se que debo tener padres—se encogió un poco de hombros—Y esten donde esten deben extrañarme —con Thomas compartimos una pequeña mirada—Pero yo no puedo extrañarlos porque no los recuerdo—su voz sonaba melancólica y eso me removió el corazón, él era tan pequeño y estaba aquí, atrapado con un futuro incierto al igual que nosotros—¿Qué creen que descubran allá afuera mañana?—nos quedó mirando.
—No lo sé—le contestó en tono bajo Thomas, esto era tan injusto, pero como dijo Minho ahora teníamos una pequeña pista, que podría ser nuestra salida de este lugar.
—Si hay una salida—hablé—Minho, Thomas y yo la encontraremos—le dije segura—No dejaré que nada te pase—lo miré fijamente intentando transmitirle seguridad, el pequeño me dió una pequeña sonrisa.
—Ten—me extendió la mano y me entregó el trozo de madera tallado.
—¿Por qué me lo entregas?—pregunté mirándolo.
—De todos modos no los recuerdo—su voz sonaba decaída—Pero tal vez si encuentran una salida se lo das de mi parte—él no pensaba que saldría de ahí, aquello me dejó helada—Necesito dormir—se levantó y se fue alejando.
—¡Oye, Chuck!—lo llamé—Ven—sentimos los pasos del pequeño acercarse junto con la luz de la vela—Dame tu mano—ordené con voz tranquila, el pequeño me hizo caso, le devolví el trozo de madera, aun sosteniendo su mano le dije—Quiero que tu mismo se los des—nos miramos fijamente—Saldremos de aquí—mi voz era segura—Te llevaré con ellos—él asintió—Lo prometo—hubo en pequeño silencio.
—Si—me susurró Chuck con una pequeña sonrisa.
—Bien, a dormir—solté su mano y él se levantó.
—Descansen—se despidió.
—Tu igual amigo—dijo Thomas, solté un suspiro mientras volvíamos a quedar en la oscuridad.
Quedamos en silencio unos minutos, la verdad es que desde que llegué al Área no me había detenido a pensar en mi padres, como dijo el pequeño de rizos, teníamos padres, eso era obvio, pero no recordaba nada de ellos.
—Deberíamos dormir—interrumpió mis pensamientos Thomas—Mañana Minho nos vendrá a buscar temprano—se sentó y se recostó contra la pared.
—Si—me senté a su lado—¿Te molesta si me apoyo?—le pregunté señalando su pecho.
—Ven—me dijo con cariño, así que me acomode mientras él me rodeaba los hombros con su brazo.
—Esto se siente muy familiar—murmuré
—Yo igual lo siento así—su respiración era calmada—¿Tu también piensas que nos conocemos desde antes?—cerré mis ojos.
—Cuando desperté luego de mi caída en el laberinto—conté—lo primero que dije al despertar fue tu nombre—busqué en mis recuerdos el sueño que tuve en ese momento—No sé aún el porque, aun tengo muchas lagunas en mi mente, fragmentos de recuerdos que se van borrando—intenté explicar.
—Me pasa lo mismo—su agarre en mis hombros se afirmó un poco—Pero me queda una sensación familiar a tu lado—solo asentí con la cabeza dejándome llevar por el tranquilo latir de su corazón.
ESTÁS LEYENDO
Entrelazados ♡(Minho y tú)
AdventureEn un mundo postapocalíptico devastado por una misteriosa enfermedad nombrada la llamarada, la protagonista, una joven valiente y decidida llamada ___, despierta en un lugar desconocido. No recuerda su pasado ni cómo llegó allí. Pronto descubre que...