34: Terneza

571 78 10
                                    

–¡Chifuyu baja con cuidado! –Kazutora le pidió a su omega

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–¡Chifuyu baja con cuidado! –Kazutora le pidió a su omega. Matsuno poco caso hizo bajando a toda prisa del auto. Ya estaba mejor después del reposo por el disparo en su pierna, pero seguía asistiendo con un fisioterapeuta.

Keisuke solo rió siguiendo a sus parejas, sabía lo emocionado que se encontraba su omega por ver a la bebé. Incluso bromeó con hacerle uno pronto. No esperaba a un Kazutora como Chifuyu con la cara seria, después de todo los tres estaban llegando a una etapa estable de su relación.

Una de las trabajadoras residencia junto a Takemichi, les dieron la bienvenida. Chifuyu se puso a llorar en los brazos de su amigo, todo este tiempo había sido horrible, sintiéndose culpable por haber llamado a Mikey esa noche y dejando desprotegido a Hanagaki. Takemichi acarició su espalda, reconfortándolo con sus feromonas, por mensajes ya se había disculpado y el azabache sabía que no era culpa del chico.

El siguiente que fue recibido con un abrazo fue Kazutura, tímido, pero necesario para felicitarlo por el nacimiento de la pequeña Sayumi. Le entregó un regalo de parte de los tres y Takemichi los invitó a la sala principal. Keisuke sabía que se trataba de una reunión de omegas y aun así fue arrastrado hasta donde Emma, Hakkai, Yuzuha y un obligado Sanzu, tomaban el té.

Sayumi ya con casi cinco meses jugaba en su corralito con Keijo y Kosei, los hijos de Mitsuya y Hakkai. Chifuyo chilló gritó de la emoción y corrió para cargar a la cachorra entre sus brazos.

–¡Estás tan grande y tan hermosa! –comenzó a repartir pequeños besos en su mejilla. La bebita sonriente saludaba con su regordeta manita a Kazutora, quién no pudo desistirse y se acercó para acariciar su fino cabello. Keisuke se agachó para hacer reír a los mellizos.

Sanzu los miraba con fastidio. Esos mugrosos le podían pegar a su pequeña bola de masa algo. Takemichi tomó asiento a su lado.

–No te pongas celoso. Tú eres su favorito –le susurró y con indignación Sanzu lo volteó a ver.

–¡¿Yo cuándo dije que estoy celoso?! –Takemichi carcajeó.

Emma no pudo evitar que sus ojos se humedecieran, eran días perfectos. Sus vidas habían dado un completo giro, sintiendo una paz y felicidad después de tanto desconsuelo. Manjiro era padre, Takemichi un omega amable y en pocos meses esta casa dejó de ser horrorosa y convertirse en llena de luz. Se sentía un hogar. Mikey había permitido que personas de fiar se encargaran de ayudarlos, haciendo su vida más fácil.

–¿Y ahora a ti que te pasa? –Yuzuha le preguntó divertida a la rubia.

–Nada, solo estoy feliz.

La pequeña Sayumi se aferraba a la pierna de Sanzu, mientras que el pelirosado la mecía moviendo esa extremidad de adelante hacia atrás, tratando de disfrutar las primeras horas de la mañana tomando café

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La pequeña Sayumi se aferraba a la pierna de Sanzu, mientras que el pelirosado la mecía moviendo esa extremidad de adelante hacia atrás, tratando de disfrutar las primeras horas de la mañana tomando café. La ojilila no dejaba de reír y sí su niñero paraba de mecerla, hacía sonidos de queja.

Ya ni para qué quejarse, Haruchiyo sabía que gateando lo seguiría a donde quiera que fuera. Suspiró y se agachó para tomarla entre sus manos. Enarcó una ceja de forma acusativa, la bebé aplaudió y soltó un gritito de alegría, cayéndosele un poco de baba en la comisura de su boca. Sanzu limpió esos rastros con las mangas de su camisa y la sentó en sus piernas, comenzando a chocar sus frentes despacio una y otra vez. Ese era uno de los juegos favoritos de la cachorra.

–Agradece que eres adorable –apretó las regordetas mejillas de la ojilila –. Yo no consiento a feas.

–¿Por eso no te gustaba llevar a Senju a mi casa? –Mikey curosió sobre la infancia de ambos, mientras que el otro no encontraba una respuesta que darle. Por varios minutos se quedaron en silencio. Manjiro se sentó a un lado y tomó a su hija, besando con fuerza el diminuto rostro. Sayumi como de costumbre, emitía sonidos para demostrar su contento. La niña tenía buena sangre, lograba engatusar a cualquiera, eso podía asegurar Haruchiyo.

–Senju solo era molesta –miró con detenimiento a la menor. Algunas veces recordaba cuando era obligado a cuidar de su hermana. Takeomi siempre fue un imbécil y toda la responsabilidad de que no hiciera alguna tontería, caía en sus hombros.

–Sí que lo era –se sinceró Mikey. No odiaba a la chica, tampoco le caía bien, solo que nunca pudo llevarse bien con ella como con Emma –¿No la extrañas?

–Para nada –solo algunas veces –. Ella me odia.

–No creo que lo haga –Mikey seguía jugando con su cachorra, que trataba de meterse el pulgar de su papá a la boca, pero el rubio no la dejaba –. Es tu hermana.

–Yo odio a Takeomi –rió con sorna.

–Tampoco lo odias.

–Solo no lo soporto –Aceptó.

Sanzu era peculiar, Manjiro lo sabía. Era un ser muy contradictorio, era el único que se emocionaba cuando dejaba ser sus impulsos para golpear a alguien, pero al mismo tiempo controlaba que su estado mental no se fuera todo a la mierda. Era gruñón, pero lo había descubierto sonreír en varias ocasiones, para luego maldecir a todos. Presumía ser un drogadicto y tener gran conocimiento de drogas. Manjiro solo le seguía la corriente, porque era una forma de llamar la atención en la organización. A pesar de que hace tiempo ha estado sobrio.

Se sentía culpable de arrastrarlo consigo, por eso a pesar de su gran lealtad, no soportaba verse reflejado en su soledad.

–No digo que se perdonen de todo. Solo no dejes que el pasado te haga perder oportunidades.


<3

Unos días después de cumplirse la semana, pero aquí me tienen y hasta relativamente temprano >:)

La verdad me compliqué yo solita, releyendo otra vez para tratar de no dejar cabos sueltos y sin querer adelanté la escritura de una escena que más adelante verán, jajaja.

¿Cómo ha estado su semana?

Yo siento que me caigo del cansancio, pero siempre es bueno tener trabajo. Por suerte valió la pena y en mi tiempo libre pude escribir este capítulo, releer y editar para el fanfic Drarry de mi perfil. La verdad no sé cómo acabaré por tener que regresar al gimnasio por mi salud, pero me gusta que más o menos estoy organizándome. En sí por ahora las actualizaciones serán así, alternadas, aunque no se preocupen, las del otro fanfic ya están hechas en su mayoría, solo estoy reeditando y reescribiendo cositas, así que mi mayor dedicación está por acá.

Me gusta escribir interacciones de Sanzu cuidando a Sayumi. También extrañaba a mi trío favorito. Espero les haya gustado el capítulo.

Muchas gracias por los votos y sus comentarios en el anterior capítulo, sentí bonito verlos de nuevo por aquí, en especial a trhanagaki_, NaliNayeli, user83430553, Sofialjm256, Merimb_07, One_This_Read95, Mistery-secret, Nank0o04, DenisseAponte5 y patnpty. Casi me pongo a llorar, los quiero mucho.

Espero tengan una bonita semana, xoxoxo.

Espero tengan una bonita semana, xoxoxo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un alfa para Takemichi |MITAKE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora